El Gobierno británico amplió este domingo sus sanciones contra Rusia y Bielorrusia para incluir aranceles a intercambios comerciales por valor de 1.988 millones de euros (1.700 millones de libras esterlinas), así como la prohibición de exportar determinados productos británicos, para aumentar la presión económica sobre Moscú por la invasión de Ucrania.

El Departamento de Comercio Internacional de Reino Unido anunció las nuevas sanciones a última hora del domingo, antes de las celebraciones del Día de la Victoria en Rusia, el 9 de mayo, en el que el país celebra el final de la Segunda Guerra Mundial con desfiles militares.

Asimismo, el Departamento explicó que Rusia depende en gran medida del Reino Unido para las exportaciones de los metales preciosos, que estarán sujetos a aranceles adicionales de 35 puntos porcentuales, informó The Guardian.

El nuevo paquete de restricciones incluye 1.637 euros (1.400 millones de libras) de aranceles a la importación en el Reino Unido, impuestos fronterizos que pagan los compradores por los productos enviados desde Rusia, que afectarán a las importaciones de metales y productos químicos procedentes de ese país.

Presidente Vladimir Putin, y el de Belarusia Presidente Alexander Lukashenko (Russian Presidential Press Service via AP) | Foto: Servicio de Prensa de la Presidencia de Rusia

El primer ministro británico, Boris Johnson, pidió este domingo al resto de líderes del G-7 que incrementen la ayuda militar a Kiev para que las fuerzas ucranianas puedan avanzar contra el Ejército ruso, en lugar de limitarse a conservar sus posiciones.

En su encuentro, los líderes del G-7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) se han comprometido a prohibir las importaciones de petróleo ruso al término de la cumbre a distancia mantenida este domingo, según la declaración final publicada por la Casa Blanca.

EE. UU., por su parte, anunció sanciones adicionales contra cadenas de televisión, industrias, militares y ejecutivos de la banca rusa.

Por otro lado, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, avisó este lunes a Occidente que ellos no tratan con el país “desde una posición de fuerza”, aunque ha destacado que los bielorrusos son “pacíficos”.

“Somos gente pacífica, pero no intenten hablarnos desde una posición de fuerza”, indicó durante una ofrenda floral con motivo del Día de la Victoria, que se celebra este lunes y conmemora el triunfo de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi.

El mandatario bielorruso también ha asegurado que los “sueños” de Occidente “de conducir a los eslavos a una nueva esclavitud, a la que llaman globalismo, son irrealizables”, según lo dio a conocer la agencia de noticias BelTA.

En el marco de la invasión de Ucrania, Lukashenko lamentó que a ningún país “le importa” que el Ejército bielorruso “no esté luchando” allí. “Ignoran lo que el país ha hecho y está tratando de hacer para poner fin a las hostilidades en Ucrania lo antes posible”, agregó.

Lukashenko es el mayor aliado del presidente de Rusia, Vladimir Putin, en la región y, en este sentido, ha asegurado que Occidente “no podrá romper y separar” a Minsk y Moscú. Por último, destacó que “las capitales europeos han hecho todo lo posible” para desencadenar la guerra en Ucrania.

Minsk ha sido objetivo de las sanciones impuestas a Moscú en respuesta a la invasión de Ucrania por su supuesto papel en el conflicto.

*Europa Press