Un nuevo aluvión dejó tres fallecidos en Aragua, en el norte de Venezuela. Este hecho se suma a otro, registrado hace una semana en el mismo estado, confirmó este lunes 17 de octubre el líder del régimen venezolano, Nicolás Maduro.
“Me informan que hay tres fallecidos en El Castaño, fue un alud de barro que vino de la montaña”, dijo Maduro sobre el incidente ocurrido a unos 83 kilómetros de Caracas.
Los informes preliminares señalan que los daños son “fuertes” en El Castaño, zona ubicada en Maracay, capital de Aragua. Imágenes transmitidas por la televisión captaron corrientes fuera de control que arrastraban vehículos, árboles y enormes rocas.
Maduro ofreció la información durante una alocución desde Las Tejerías, donde hace una semana un deslave mató a 54 personas, informó el mandatario.
“Hasta ahora van contabilizados 54 fallecidos encontrados identificados, entregados a sus familiares. Mis condolencias a todos los familiares de Las Tejerías por esta dolorosa pérdida”, dijo Maduro.
Nicolás Maduro había señalado la semana pasada que el número de víctimas podía llegar al centenar.
En Las Tejerías “tenemos un número de desaparecidos todavía, reportados, me dicen que son ocho confirmados completamente y seguimos en la búsqueda”, apuntó Maduro sobre el desastre natural más devastador de Venezuela en los últimos 20 años.
Antes del deslave en Las Tejerías, lluvias sobre los niveles históricos habían dejado 13 víctimas en otras regiones de Venezuela. “Todo esto es el cambio climático”, aseguró Maduro, que viajó desde Las Tejerías hasta El Castaño la noche de este lunes.
La ONU visitó Las Tejerías
Una comisión de la ONU recorrió el viernes 14 de octubre a la población enclavada en las montañas del estado de Aragua (centro-norte) para poner a disposición suministros y capacidad técnica para apoyar a las autoridades. Esto, luego del deslave que cubrió el pueblo venezolano de Las Tejerías y mató a al menos 50 personas.
“De inmediato, tenemos suministros que vamos a poner a disposición”, les afirmó a periodistas Abubacar Sultan, representante de Unicef al frente de la delegación.
Los trabajos de limpieza y restitución de electricidad continúan en el pueblo. Gran parte de los escombros y el lodo ha sido retirados de las principales calles, aunque todavía hay gente sacando agua de sus casas.
Cuadrillas de electricidad y telefonía trabajan para restituir por completo el servicio, mientras camiones cisternas ingresan para repartir agua en la zona. Algunos comercios que no fueron afectados comenzaron a abrir sus puertas.
En el cementerio, continúan los entierros de las víctimas de la tragedia de hace una semana, cuando una ola de barro, piedras y árboles, tras horas de intensas lluvias.
“Esto ha sido triste”, dijo bajo condición de anonimato uno de los operarios mientras limpiaba la maleza.
“Esa es de una niña de tres años que se le escapó a la mamá de los brazos cuando se dio la tragedia”, agregó, señalando el nicho de baldosas azules donde la pequeña fue enterrada el jueves.
A pocos metros, una montaña de tierra con un ramito de flores cubre la tumba de una pareja de ancianos. Uno de sus familiares permanece aún desaparecido.
“Dar tiempo”
El ministro del Interior, Remigio Ceballos, le comentó el viernes 14 de octubre a la AFP que la cifra de 56 desaparecidos puede ser menor.
“Mantenemos el número de 56 desaparecidos porque fue lo que recibimos de la comunidad” en “los momentos iniciales de la tragedia”, explicó.
“Han pasado seis días y hemos estado en este proceso de información, en este proceso de conversación con las poblaciones, con todas las personas y efectivamente solo hay 12 denuncias de desaparecidos; sin embargo, nosotros mantenemos ese número para dar tiempo”, argumentó.
El presidente Nicolás Maduro ya ha hablado de “un centenar de víctimas fatales”.
*Con información de AFP.