En medio de la ola de protestas simbólicas que en las últimas semanas han venido adelantando activistas ambientalistas para lograr generar conciencia sobre los efectos de la minería extractiva y el cambio climático, en las que han cuestionado que se valore más el arte que la vida humana, este jueves se presentó un nuevo hecho, en el que los manifestantes arremetieron contra una famosa obra de arte.
El turno ahora fue para el famoso cuadro La joven de la perla, del pintor holandés Johannes Vermeer, la cual se encuentra expuesta en el museo de Mauritshuis de la ciudad de La Haya, en los Países Bajos.
En esta ocasión, los protagonistas de la protesta fueron tres jóvenes, quienes tras acercarse a la obra de arte, colgada en una de las paredes del museo, y descubrir sus camisetas con mensajes en favor de la causa ambientalista, procedieron a intentar afectar el cuadro con el contenido de lo que sería una lata de sopa de tomate.
En ese mismo sentido, los manifestantes también posaron pegando sus manos a la pared, en un gesto que se ha hecho ya icónico en esta serie de manifestaciones, en las que los jóvenes activistas, han afectado obras de arte en reconocidos museos de Londres y Postdam (Alemania).
Según han referido medios internacionales, tras lo sucedido, miembros del cuerpo de seguridad del museo retuvieron a los jóvenes hasta entregarlos a la Policía Local.
A su turno, desde el museo, se ha informado que la obra referida no sufrió daños, aclarando que esta se encuentra protegida al estar expuesta tras un cristal.
A raíz de lo acaecido, a través de las redes sociales ha circulado un video en el que se da cuenta del nuevo hecho de protesta de los activistas, en que además de ver el momento en los que estos vierten la sopa de tomate contra la obra de arte y revelan sus camisetas, también elevan una serie de consignas en favor de la protección medioambiental.
“¿Cómo te sientes al ver algo tan bonito y valioso siendo aparentemente destrozado ante tus ojos? Nos sentimos indignados. Este cuadro está protegido por un cristal. Está bien, pero la gente vulnerable alrededor del planeta no está protegida. El futuro de nuestros hijos no está protegido. Las personas en extrema pobreza tienen que elegir entre calentarse o comer, y no están protegidos”, se menciona en la consigna recogida en el video.
Por su parte, según recogen medios internacionales, luego de presenciar este nuevo hecho de protesta, algunas personas que se encontraban al interior del museo también se han acercado hasta los activistas, con el ánimo de reprochar sus acciones, incluso arremetiendo contra ellos con insultos.
Tras los hechos ocurridos la tarde de este jueves en los Paises Bajos, se conoció un comunicado expedido por la administración del museo escenario de la protesta, el Mauritshuis, en el que han precisado que después de la revisión hecha por los expertos se pudo concluir que la obra atacada no ha sufrido daños.
Un aparte del comunicado señala: “El arte está indefenso y condenamos enérgicamente tratar de dañarlo por cualquier causa”, refiriéndose a que este no es el primer caso de ataque contra obras de arte presentado en las últimas semanas en el mundo.
Sobre la militancia de estos activistas, de acuerdo con las prendas lucidas, se concluye que, al igual que en la mayoría de ataques de este tipo, estos son miembros del colectivo Just Stop Oil; no obstante, hasta el momento, la agrupación no se ha atribuido el hecho.
Seguidilla de ataques
Este nuevo hecho de protesta se presenta apenas tres días después de que dos activistas de la misma organización, atacaran con un pastelazo de chocolate, la estatua de cera del rey Carlos III, que forma parte de la colección del Museo Madame Tussauds en Londres.
A su vez, el pasado 23 de octubre, se conoció que un grupo de activistas, adscritos al grupo Última Generación, arremetieron contra un famoso cuadro del pintor Monet, conocido como Les Meules, en un museo en Postdam, Alemania.
En referido ataque, los manifestantes arrojaron puré de papa contra la pintura, mientras arengaban en favor de la toma de medidas contra el cambio climático. El ataque en Alemania tuvo como protagonistas a cuatro activistas.
De igual modo, diez días atrás, también en Londres, otros activistas del colectivo Just Stop Oil arremetieron contra el cuadro Los girasoles, de Vincent van Gogh, en la National Gallery londinense, a la que le lanzaron una sopa de tomate.