Un nuevo escándalo sexual relacionado con la Iglesia católica, o mejor, con uno de sus altos jerarcas, fue revelado este martes, 16 de agosto, luego de que se conociera la existencia de ‘una demanda colectiva’ en contra del cardenal Marc Ouellet, religioso que ocupa un alto cargo en la Santa Sede y que, incluso, hace algún tiempo fue considerado papable, al tener posibilidades de llegar a ocupar el cargo si el cónclave así lo determinara.
Sobre Marc Ouellet, quien actualmente se desempeña como prefecto de la Congregación para los Obispos, tarea considerada como una de las más importantes de la Santa Sede, pesa una demanda de un grupo de personas que le señalan de haber cometido actos abusivos, referidos a ‘tocamientos indebidos’, los cuales habrían ocurrido entre los años 2008 y 2010, cuando el referido cardenal se desempeñaba como arzobispo de la ciudad de Quebec.
La denuncia refiere que las personas víctimas serían varios colaboradores, quienes interpusieron la acción judicial ante el Tribunal Superior de esa provincia canadiense el pasado mes de mayo, y que ahora se considera admitida’.
Según advierten medios internacionales, esta denuncia se conoce en un momento en que la devoción católica estaba exacerbada en Canadá, apenas pocas semanas después de que el papa Francisco visitara la ciudad, en una visita que estuvo marcada por momentos muy fuertes, entre ellos la excusa pública presentada por el pontífice frente a los casos de abusos desarrollados o de los que son responsables religiosos, y que tuvieron como víctimas a los llamados estudiantes de las residencias para indígenas.
Si bien desde la diócesis de Quebec confirmaron estar informados y notificados de la causa judicial impuesta contra el cardenal Marc Ouellet, y haber tomado notas de ello, afirmaron que la Iglesia canadiense no está interesada en pronunciarse, de momento frente a las sensibles acusaciones.
Sobre la denuncia en contra del religioso de 78 años, esta no es nada despreciable, y se prevé que tenga un peso muy importante, en tanto comprende los testimonios de más de 100 personas que afirmaron haber sido víctimas de lamentables agresiones o actos sexuales abusivos por parte del religioso, otros de sus sacerdotes, e incluso por parte de laicos adscritos a la diócesis.
Según los documentos judiciales, recogidos por medios internacionales, los abusos documentados en la denuncia, comprenden varias décadas, siendo el primero de los casos documentados en 1940.
Si bien el cardenal Ouellet es solo uno de los mencionados en la denuncia, sí toma un papel relevante dentro de esta, siendo la figura más destacable dentro de la comunidad religiosa, además de existir fuertes denuncias en su contra, como la de una mujer, identificada en la denuncia como ‘F’, quien dijo que el cardenal había osado abusar de ella varias veces.
La denunciante, una mujer relativamente joven, señaló que los actos indebidos en su contra ocurrieron en 2008, cuando el cardenal aun estaba en Canadá, y había consistido en tocamientos no cómodos para la mujer, quien advirtió que el religioso la tomaba por los hombros con fuerza, sujetándola con fuerza hacia él y ejerciendo algunas caricias.
Tras la primera oportunidad, la mujer se sintió vulnerada, pero, según destaca el testimonio entregado por ella a medios internacionales, al evidenciar que la conducta era reiterativa, acusa que se sintió perseguida o acosada.
Según ‘F’, en 2010, el referido religioso intentó besarla, aduciendo que “no hay nada de malo en mimarse un poco”, situación que la mujer denuncia como inapropiada.
La mujer también denunció, según lo recogido por la AFP, que en esa ocasión el religioso desplazó su mano por la espalda, incluso llegando hasta las nalgas.
De acuerdo con la denuncia, si bien la mujer referida fue la primera en alzar la voz para poner en manifiesto la situación, al hacerlo, se dio cuenta que no era la única mujer afectada por el cardenal, señalando que más mujeres tenían ese ‘problema’.
Entonces, con lo pasado de algunos años, a sus denuncias se sumaron nuevas mujeres, con lo que también se evidenció que el cardenal no era el único con sus comportamientos reprochables. Así, al evidenciar el contexto, y ponerlo en conocimiento del comité asesor de abusos sexuales de la diócesis de Quebec, esta organización refirió la importancia de que el tema fuera puesto en oídos del papa, por lo que en 2020 se pidió dirigir una carta a él, la cual fue respondida en 2021.
En dicha respuesta, el papa comisionó al padre Jacques Servais, para que fuese él quien se pusiere al frente de la recolección de testimonios y pruebas contra el cardenal Marc Ouellet y su grupo de señalados.
Dentro de las críticas que se desprenden ahora que se revela el caso contra el cardenal, están precisamente sus propias palabras, cuando en febrero de este año, el religioso canadiense, durante un simposio en el Vaticano, que además contaba con la presencia del papa Francisco, se refirió al “drama de los abusos sexuales cometidos por clérigos” mostrando una posición fuerte frente a lo que definió como “comportamientos criminales encubiertos durante demasiado tiempo para proteger la institución”, lamentando el daño que esa clase de personas le hacen a la Iglesia.