El cardenal francés Jean-Pierre Ricard está en el ojo del huracán luego de confesar haber tenido hace 35 años una conducta “reprobable” con una niña de 14 años en un nuevo caso que sacude a la Iglesia católica.
Debido a esta situación, el Vaticano inició la apertura de una investigación, según informó este viernes el director de la oficina de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.
“A raíz de los elementos surgidos (...) después de la declaración del cardenal Jean-Pierre Ricard y a fin de completar el examen de lo sucedido, se decidió abrir una investigatio previa (investigación previa)” sobre el exarzobispo de Burdeos, de 78 años, señaló.
El cardenal Ricard admitió, en una carta leída el pasado lunes por el presidente de la Conferencia Episcopal francesa, que se comportó “de forma reprobable con una niña de 14 años” hace 35 años, cuando era párroco en Marsella.
“Mi comportamiento necesariamente causó consecuencias graves y duraderas a esa persona”, escribió el purpurado, quien anunció que se ponía a disposición de la justicia, tanto la civil como la canónica, y que pedía “perdón” a la víctima.
Por el momento, la Santa Sede está evaluando a “la persona más idónea para llevarla a cabo, con la necesaria autonomía, imparcialidad y experiencia, teniendo en cuenta también que las autoridades judiciales francesas han abierto un expediente sobre este caso”.
Además del proceso que inició el Vaticano, la justicia francesa abrió de oficio una investigación preliminar para verificar los elementos de esa “revelación”, indicó el fiscal de Marsella, precisando que no se ha presentado hasta ahora denuncia alguna relacionada con el religioso.
El proceso es por “agresión sexual agravada con el fin de verificar la naturaleza exacta de los hechos denunciados, así como su datación”.
El caso del cardenal, quien se retiró en 2019, provocó un nuevo sismo en la Iglesia francesa, un año después de la publicación de un informe que estimaba que unos 216.000 menores fueron víctimas en Francia de abusos cometidos por religiosos católicos entre 1950 y 2020.
Una figura importante de la Iglesia
El purpurado ha sido una de las grandes figuras de la Iglesia católica en Francia y pertenece aún a importantes “dicasterios o ministerios de la Santa Sede.
Ricard, obispo desde 1993, fue designado cardenal en 2006 por el hoy papa emérito Benedicto XVI.
Igualmente, considerado un hombre de consenso, fue nombrado en 2014 por el papa Francisco para el Consejo de Economía, el grupo de asesores cercanos para esos temas.
También es miembro de los ministerios para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, de la Doctrina de la Fe y del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, por lo que solía viajar a Roma con frecuencia.
Hace tres meses participó en las reuniones de cardenales convocadas por Francisco tras el consistorio del 27 de agosto, durante el cual se designaron 21 nuevos purpurados.
Ahora es probable que se cuestione su permanencia en el colegio cardenalicio.
A partir de los años 80, una serie de escándalos relacionados con abusos sexuales salpicaron a la jerarquía católica en todo el mundo.
La Iglesia reforzó desde entonces las medidas preventivas, adoptó leyes, pidió perdón y pronunció condenas, sin lograr que desaparezca el fenómeno de los abusos a menores ni la llamada “cultura del encubrimiento”, es decir, la mentalidad de mantener todo en secreto.
El delito contra menores quedó tipificado en la nueva versión del Código de Derecho Canónico, vigente desde diciembre de 2021.
Con él se endurecen las penas, se amplían los períodos de prescripción y se indemniza a las víctimas.
*Con información de la AFP y Europa Press.