“Estados Unidos está listo para un nuevo capítulo”, dijo un enérgico Barack Obama, vitoreado a más no poder en el United Center de Chicago, en donde arremetió contra el candidato republicano, Donald Trump, al asegurar que es “un flujo constante de quejas”, contario a lo que representa la vicepresidenta, Kamala Harris.
“Estamos listos para la presidenta Kamala Harris. Y Kamala Harris está lista para el trabajo”, agregó el expresidente este martes, 20 de agosto, en la Convención Demócrata, en la que también habló su esposa y ex primera dama, Michelle, quien defendió el papel de Harris al mostrar su total apoyo como candidata presidencial.
Obama, quien fue arropado por sus seguidores y los de Kamala junto a cientos de demócratas, expresó de manera contundente “¡Sí, ella puede!”, coreado por la multitud en una adaptación del esperanzador eslogan que marcó su ascenso a la Presidencia en 2008 con “Yes, we can” (”Si, nosotros podemos”).
En su discurso, el exmandatario, además de justificar la candidatura de la vicepresidenta, también atacó a Trump al señalar que es “un multimillonario de 78 años que no ha dejado de quejarse de sus problemas desde que bajó por su escalera mecánica dorada hace nueve años”.
Señaló también que el republicano “ha sido un flujo constante de quejas y reclamos que, de hecho, ha ido empeorando ahora que tiene miedo de perder ante Kamala”.
“Si nos mantenemos firmes en nuestras convicciones, elegiremos a Kamala Harris como la próxima presidenta de Estados Unidos y a Tim Walz como el próximo vicepresidente de Estados Unidos”, afirmó el expresidente.
El demócrata llegó a la fastuosa cita dos décadas después de su primer discurso en la Convención, cuando era senador de Illinois y cautivó a los presentes con palabras esperanzadoras sobre un futuro de unidad.
Además, tuvo palabras de reconocimiento para el presidente, Joe Biden, al sostener que la historia lo recordará “como un presidente que defendió la democracia en un momento de gran peligro. Y estoy orgulloso de llamarlo mi presidente, pero estoy aún más orgulloso de llamarlo mi amigo”.
A muchos la efervescencia de Harris les recuerda la emocionante carrera de Obama hacia la Casa Blanca en 2008.
Obama entró a una arena ya emocionada gracias a que su esposa, Michelle, lo antecedió en la palabra con una entusiasta alocución anclada en la esperanza y en la acción.
En noviembre, dijo ella, “tenemos el poder de juntar nuestra esperanza con la acción”.
La ex primera dama agregó: “ella entiende que a la mayoría de nosotros nunca se nos concederá la gracia de fracasar hacia adelante. Nunca nos beneficiaremos de la acción afirmativa de la riqueza generacional”.
Harris, de 59 años, enfrentará una reñida pelea con el republicano Donald Trump para vencer en las elecciones del 5 de noviembre.
“Nos han nominado al entrenador (Tim) Walz y a mí para ser los próximos vicepresidente y presidenta de Estados Unidos, dijo Harris en un pase televisivo desde el vecino Milwaukee, a donde fue este martes para protagonizar un acto de campaña.
La vicepresidenta debutó en la convención la noche del lunes, justo antes del emotivo y enérgico discurso de despedida de Biden, quien fue ovacionado de pie durante varios minutos.
“Estados Unidos, les di lo mejor de mí”, dijo el presidente, quien se despidió de la audiencia, y le dio un abrazo a Harris, que simbolizó la transición generacional del partido y el pase del testigo.
“Estamos tan honrados de ser sus nominados”, agregó. “Ésta es una campaña del pueblo, y juntos vamos a abrir un nuevo camino hacia adelante”. “A todos, en Chicago, y Estados Unidos: Gracias”.
El evento de Harris, en un impecable traje azul eléctrico, fue pautado en la misma arena en la que el mes pasado su rival, Donald Trump, fue oficializado por la Convención Nacional Republicana.
*Con información de AFP