En un despliegue de uniformados sin antecedentes, el esquema de seguridad compuesto por las policías de Tránsito, Civil, Militar y Federal custodia el edificio de Justicia Federal de Curitiba, donde a las 2 de la tarde (12 pm en Colombia) tendrá lugar el histórico cara a cara entre el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y el reconocido juez Sergio Moro.En interrogatorio, el icónico líder del Partido de los Trabajadores responderá a las investigaciones en el marco de la Operación Lava Jato, donde se le acusa de corrupción pasiva, almacenamiento ilegal de bienes y lavado de dinero (crímenes que sumarían una pena de hasta 22 años de prisión).Según la Fiscalía, Lula habría recibido 3,7 millones de reales (1,2 millones de dólares) en sobornos de la constructora OAS, para facilitarle contratos con la petrolera del Estado, Petrobras. Entre los bienes, también estaría el polémico apartamento triplex del Edificio Solaris, en las playas de Guarujá, a 90 kilómetros de Sao Paulo.Puede leer: El apartamento frente al mar que desató la pesadilla de LulaEl expresidente salió de su casa en Sao Bernardo do Campo hacia el aeropuerto de Congonhas de Sao Paulo y llegó a Curitiba en un avión privado a las 9:30 de la mañana, hora local, para reunirse con sus abogados y prepararse para el interrogatorio. Igualmente, la expresidenta Dilma Rousseff llegó a la capital de Paraná para acompañar a Lula.Desde la noche del martes, dos decenas de buses comenzaron a llegar a Curitiba, repletos de seguidores del expresidente y militantes del Partido de los Trabajadores. Acamparon detrás de la terminal de buses y desde temprano comenzaron a movilizarse por la ciudad, esperando que lleguen las demás caravanas.Los organizadores del PT estimaban la llegada de unos 50.000 defensores de Lula. Con banderas y camisetas rojas del PT, las marchas multitudinarias buscan manifestar su apoyo. Mensajes como #LulaEuConfío y #BrasilComLula llenaron también las redes sociales.

Del otro lado, aunque el juez Moro hizo varios llamados a la ciudadanía para que no saliera a las calles -para evitar confrontaciones-, los seguidores del Lava Jato también organizaron mítines políticos. “¡Cadena para Lula!”, “apoyo a la Justicia Federal” y “Moro orgullo brasileño”, gritaban algunos ciudadanos concentrados con banderas de Brasil frente al Museo Oscar Niemeyer.Sugerimos: Así nació (y crece) el escándalo Odebrecht en BrasilLa Secretaría de Seguridad de Curitiba cerró desde la noche anterior el edificio de Justicia Federal en un radio de 150 metros. Solo podrán asistir a la audiencia los jueces, los abogados y el acusado. Periodistas acreditados solo podrán acercarse al edificio, mas no entrar al interrogatorio. Las actividades del tribunal fueron suspendidas, algunas calles están cerradas y varias rutas de bus fueron desviadas.A pesar de que la defensa del expresidente solicitó realizar la grabación en cámara y decidir los ángulos, el tribunal federal será quien grabará y hará pública la declaración de Lula este mismo miércoles.El juez Sergio Moro rechazó esa petición, afirmando que no ignora que “el acusado y su defensa pretenden transformar un acto normal del proceso penal -un interrogatorio donde el acusado tiene la oportunidad de defenderse- en un evento político-partidista”.Lo más seguro es que la audiencia se desarrolle de forma completamente normal y que de esta no salgan mayores conclusiones. Sin embargo, el llamado “Día D de la Operación Lava Jato” definitivamente tomó tintes políticos y seguramente le servirá a Lula para demostrar su control de masas y enorme apoyo popular.*Enviada especial de SEMANA en Curitiba