A través de un comunicado dado a conocer este miércoles, el secretario general de la Organización de Estados Americanos, el uruguayo Luis Almagro, se pronunció respecto a la actual situación que se vive en Ecuador, por cuenta de la ola de protestas sociales que ya completa 10 días desde su inicio, y que ha estado marcada por diversos choques entre las fuerzas encargadas de mantener el orden, y los manifestantes, en su mayoría miembros de comunidades indígenas que rechazan los altos costos de los combustibles.
En el comunicado, expedido por la OEA, se advierte que la Organización hace un estrecho seguimiento a la situación de orden público, rechazando los efectos que ha tenido la protesta social que han ido en detrimento de la mayoría de los ciudadanos, con la afectación de las vías, que han sido paralizadas, e incluso por los obstáculos al funcionamiento del aeropuerto de la ciudad de Quito este miércoles.
En virtud de encontrar una pronta salida a la actual situación, desde la OEA se abogó para que las partes accedan a “entablar un diálogo”, advirtiendo la necesidad de que de este tome parte la llamada Confederación de Naciones indígenas, Conaie, para garantizar que sus solicitudes, las que motivaron esta ola de protestas, puedan ser oídas y puestas sobre la mesa.
En su comunicado, Almagro también señaló que “es necesario que el sistema político dé inmediata respuesta en mejoras de subsidios, en la condonación de créditos vencidos, así como resolver el estado de emergencia en el sector salud y mejoras en el presupuesto de educación intercultural, entre otros”, refiriéndose así a las principales demandas de la población que hoy se encuentra protestando en las calles.
Por otro lado, además de abogar por que los reclamos sociales sean oídos, el secretario general de la OEA también se manifestó preocupado por algunos tintes que ha tomado la manifestación, rechazando que en medio de ella, se hubiesen conocido expresiones o dianas ‘golpistas’.
En su comunicado, Almagro citó que dentro del discurso de algunos representantes de la protesta social se ha afirmado que “el único objetivo, la única resolución es sacar a Lasso, no queremos ningún diálogo”.
En ese sentido, el diplomático se manifestó en desacuerdo, rechazando dichas posturas, y afirmando que “el camino de la protesta debe ser pacífico y democrático siempre”, advirtiendo que el uso de referido discurso puede desviar el objetivo central que motivó la movilización, llevando incluso a demeritarla, por lo que abogó para que no se pierda el objetivo que la impulsó.
Almagro aclaró que “los mandatos constitucionales otorgados directamente por el pueblo deben ser respetados, esencialmente, hasta que el pueblo se pronuncie nuevamente en elecciones libres y democráticas”, lo que traduce en un llamado a respetar a las instituciones, y rechazando los impulsos golpistas.
Así, el secretario general de la OEA apeló a lo establecido en la Carta Democrática Interamericana, recordando que en ella reza la responsabilidad de los estados en “asegurar que, en situaciones críticas, las posibles rivalidades políticas, normales en toda democracia, no entrañen temor de violencia o intimidación de una y otra parte, y se evite provocar o responder a provocaciones”.
En ese mismo sentido, el comunicado expedido por la OEA también se refirió al actuar de la Fuerza Pública y al rol que cumple en el marco de esa clase de protestas.
Así, la OEA recordó que “la violencia y el uso excesivo de la fuerza solo pueden ameritar nuestra condena en cualquier situación”. Por lo anterior, Almagro abogó porque desde los manifestantes se cumpla con el principio de la protesta pacífica, advirtiendo que el Estado tiene “la obligación de proteger los derechos fundamentales de todos”, haciendo con ello referencia a “la vida e integridad de la población y de los miembros de la Fuerza Pública y también de los bienes públicos”.
La OEA aclaró que en caso de ser necesaria la intervención de los agentes del orden público, estos lo deben hacer ‘de forma proporcionada’, evitando los abusos de autoridad.
Sobre el particular, el comunicado firmado por Luis Almagro afirmó que la desproporcionalidad o desviación o abuso de poder, así como el uso arbitrario de la fuerza, representa en sí “la afectación de la democracia y limitaciones a la libertad de expresión, igualdad ante la ley y a la libertad de asociación, establecidos en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre”.