A pesar de la gestión que realiza el Gobierno de China para acabar del todo con la presencia de la covid-19 en su territorio, en la mañana de este 17 de mayo se confirmó que en el país asiático ya hay presencia del BA.2.12.1, un sublinaje de la variante ómicron que, según los estudios, es casi 30 % más contagiosa que la ómicron “normal” y que ha impactado de manera negativa en países de Europa y Estados Unidos.

De acuerdo con información oficial del Centro chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el primer caso que se reporta con este sublinaje es el de un hombre de 27 años que llegó el pasado 23 de abril a la ciudad de Cantón, procedente de Nairobi (Kenia).

Asimismo, el informe aclara que el contagio por covid-19 se detectó el 27 de abril, e inmediatamente fue llevado a un centro hospitalario en donde recibió el tratamiento correspondiente para esta enfermedad.

Covid cero en Shanghái

Aun con esta realidad, los chinos hoy han celebrado una noticia positiva frente a la pandemia, después de que Shanghái asegurara este martes que había logrado eliminar los contagios de covid en todos sus distritos entre la población que no está cumpliendo cuarentena. Sin embargo, esta información provocó rechazo e incomprensión porque millones de personas siguen confinadas en la mayor urbe de China.

El gigante asiático enfrenta el mayor brote de covid desde el inicio de la pandemia e impuso duras restricciones a principios de abril para erradicar los contagios en línea con su estrategia de “cero covid”.

Mientras la mayoría de países del mundo acepta la convivencia con el virus, el Gobierno chino mantiene esta política consistente en confinamientos masivos, aislamientos en cuarentena de infectados y positivos y test masivos.

En Shanghái, el encierro de sus 25 millones de habitantes desde principios de abril provocó inusuales protestas contra la autoridad ante el prologando confinamiento y la escasez de comida y los problemas en la distribución.

“Los 16 distritos de Shanghái ya han logrado cero covid a nivel comunitario”, indicó el martes el vicedirector de los servicios municipales de salud, Zhao Dandan, a la prensa. Esto significa que las cerca de 1.000 infecciones registradas el martes fueron detectadas en los establecimientos de cuarentena donde aíslan a los contactos de los infectados, no entre la población general.

El adjunto del alcalde Chen Tong anunció el pasado 15 de mayo que una reapertura por etapas comenzará esta semana, sin especificar un calendario. Según la alcaldía, solo quedan 3,8 millones de habitantes bajo una forma dura de confinamiento, como la prohibición de salir de su apartamento o de su complejo residencial.

Pero esta cifra suscitó incredulidad de numerosos internautas que consideraban que muchas más personas siguen encerradas. “Si la sociedad logró un nivel de cero covid, ¿por qué la gente del distrito de Songjiang sólo puede salir cada dos días?”, dijo un usuario de la red social Weibo.

“¿Las autoridades de Shanghái hablan de un universo paralelo?”, escribió otro en la misma plataforma.

Reanudación de trenes y aviones

En algunas zonas, sin embargo, la relajación de las restricciones es patente. Los medios chinos difundieron el martes imágenes de una multitud de personas haciendo fila delante de una de las principales estaciones ferroviarias de Shanghái tras la reanudación del servicio.

Varias compañías aéreas retomaron también los vuelos interiores con salida desde Shanghái esta semana tras haberlos suspendidos durante el brote. No obstante, los habitantes no pueden salir de la ciudad sin una autorización y tras haberse sometido a varias pruebas.

Las autoridades chinas no muestran ninguna voluntad de suavizar su política de control del covid a pesar del coste económico para el comercio, el turismo, las ventas de vehículos o el mercado laboral. Esta estrategia permitió a China contener el virus y vivir con casi total normalidad desde controlar la primera ola del virus en 2020, pero en los últimos meses se han multiplicado los brotes.

*Con información de AFP.