Con los termómetros al alza y los ciudadanos buscando refugio del inclemente clima, la ola de calor que azota a Europa se ha acentuado ahora con voraces incendios que han empezado a consumir los bosques y han quemado decenas de casas a las afueras de Londres (Reino Unido).

Los países más afectados por estos incendios han sido Portugal, España y Reino Unido, que se encuentran en alerta máxima y han desplegado la totalidad de sus equipos de emergencia para controlar las llamas.

Según informó este martes la Comisión Europea, “la superficie total quemada en España, Portugal y Francia en los últimos 10 días supera las 40.000 hectáreas”, a lo que se suma lo ocurrido en las últimas horas en Londres, donde los organismos de emergencia no dan abasto mientras las llamas han consumido edificaciones.

Las mayores emergencias se presentaron en la localidad de Wennington, al este de Londres, a donde tuvieron que acudir hasta 15 brigadas del departamento de bomberos ―unos cien operarios― para sofocar una serie de incendios en viviendas colindantes.

Usuarios en redes sociales han reportado cómo las conflagraciones en esta ciudad del Reino Unido han arrasado casas a su paso, mientras los bomberos lucen impotentes ante la voracidad de las llamas.

Pero este no es un fenómeno exclusivo del Reino Unido, según indicó la agencia AFP, Francia, España, Portugal y Marruecos son los países donde se localizan las mayores concentraciones de partículas contaminantes (PM) “directamente atribuibles a los incendios forestales”.

Esta es justamente una de las mayores preocupaciones de las autoridades, pues la ola de calor que azota al continente no solo incrementa la temperatura, sino que causa contaminación por ozono y exacerba los incendios forestales.

Esta ola de calor es la segunda registrada en menos de un mes en Europa. Para los científicos, la multiplicación de estos fenómenos es consecuencia directa del cambio climático.

Este martes, Francia registró la “jornada más calurosa” de la actual ola, que dejó varios récords de temperatura en localidades del oeste como Brest (39,3 °C) o Nantes (42 °C), indicó el servicio de meteorología Météo-France.

Al otro lado del canal de la Mancha, Reino Unido llegó a tener temperaturas superiores a los 40 °C.

Este lunes, el país de Gales -una de las cuatro naciones del Reino Unido- registró su récord: 35,3 °C cerca de Aberystwyth. Para enfrentar el tórrido lunes -Más caliente que el Sáhara, según titulaba el tabloide The Sun-, algunos locales y visitantes disfrutaron de un día de playa en Tankerton, a unos 80 kilómetros al este de Londres.

Las autoridades británicas decretaron el máximo nivel de alerta, el 4, por el riesgo que corren incluso las personas jóvenes y con buena salud. Se aconseja hidratarse, evitar exponerse al sol y vigilar a las personas vulnerables.

Las escuelas de varias zonas de Inglaterra cerraron y, ante posibles perturbaciones, varias compañías de trenes llamaron a no viajar lunes y martes. El calor en la pista obligó a suspender el tráfico en el aeropuerto londinense de Luton. Holanda, que registró este lunes su día más caluroso en 2022, y Bélgica decretaron la “alerta naranja”.

La ola de calor ha dejado muertos a su paso. Este domingo un hombre de 50 años murió por un golpe de calor a las afueras de Madrid, España. Un día antes, un operario de limpieza de 60 años falleció en la capital española por la misma razón, un día después de que falleciera un trabajador de una nave industrial de Móstoles, cerca de Madrid, según informaron este lunes las autoridades locales.