Así como la temperatura señalada por los termómetros, sigue en aumento la preocupación por parte de los diferentes países frente a la ingente ola de calor que está padeciendo Europa y que ha llevado a que muchos de los países de ese continente registren ya sus máximas temperaturas históricas, mientras que la amenaza por el avance de los incendios forestales sigue siendo una constante en países como España y Portugal, en un panorama que los expertos advierten que se verá empeorado aún más en los próximos días.
Esta, la segunda ola de calor que ha atravesado el ‘viejo continente’ en menos de un mes, prende las alarmas de los expertos al ser considerada uno de los efectos tangibles del cambio climático, en momentos en los que, pese al compromiso de los países por acelerar la descarbonización y la reducción de los combustibles fósiles, los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero siguen en aumento, lo que a su vez traduciría en que el mundo debe prepararse para nuevas y más fuertes olas de calor; las cuales, además, se presentan con mayor frecuencia.
Lo anterior ha significado que, desde la academia, se intensifique el llamado a los distintos gobiernos globales para acelerar el cumplimiento de los compromisos medioambientales, notando los efectos del cambio climático y la necesidad de que realmente la humanidad tome consciencia sobre la situación.
De acuerdo con el reporte entregado por las autoridades británicas el pasado martes, 19 de julio, en dicha jornada, el Reino Unido superó por primera vez la barrera de los 40 grados celsius, generando una serie de complicaciones y retraso en el cabal funcionamiento de sus servicios de transporte, y derivando en más problemas que, incluso, llevan a varios habitantes a la muerte.
Pese a los altos registros de los últimos días, expertos de la Organización Meteorológica Mundial han advertido que aún no se vive el pico de la actual ola de calor en Europa, señalando que en los próximos días los países europeos podrán experimentar un aumento aún mayor de las temperaturas, advirtiendo que, quizá, los niveles ‘normales’ no se recuperen, en una tendencia que ya se proyecta será una constante en las temporadas de verano durante, por lo menos, los próximos 40 años.
Según detallan las autoridades británicas, las temperaturas alcanzadas en las últimas horas y registradas por los termómetros en el Reino Unido representan el récord histórico, siendo la jornada más calurosa jamás registrada en ese país; no obstante, en otros países de la región, las temperaturas, incluso han llegado a superar la veta británica.
De acuerdo con el registro de las autoridades británicas, retomado por medios internacionales, el pasado martes, los termómetros alcanzaron niveles de 40,2 grados en inmediaciones de la terminal aérea de Heathrow, en Londres; nivel que más tarde sería superado por la cifra alcanzada en Coningsby, donde la temperatura aumentó hasta los 40,3 grados celsius.
De acuerdo con los reportes locales, hasta la fecha, el registro de temperatura más alto que se registraba en todo el territorio del Reino Unido correspondía al registro del verano de 2019, cuando la temperatura en la ciudad de Cambridge llegó a los 38,7 grados.
Debido al ingente incremento en la temperatura, varios servicios de transporte en Londres sufrieron retrasos, siendo los férreos y los aéreos algunos de los más afectados, en una situación que para este miércoles avizora no mermar, sino, por el contrario, registrar valores aún más elevados.
En el caso de Alemania, las autoridades locales registraron aumentos significativos en varios puntos del territorio nacional, ubicados en el este, oeste y sur del territorio nacional; una situación que los expertos han señalado que, según la evidencia, podría verse aún más crítica en la jornada de este 20 de julio.
Por arriba de los 40 grados:
Si bien la situación en Reino Unido ha sido referida como crítica al superar tangencialmente los 40 grados, en la región hay otros países que, en el marco de la misma situación, han presentado temperaturas aún muy por encima de los registros máximos de los británico, y en países como Francia, su capital, París, se sofoca bajo temperaturas promedio de 41 grados, que si bien se proyectaba como temperatura pico de la temporada, se convirtió en el promedio.
Medios internacionales, en ese sentido, también han referido que en regiones como La Gironda, la temperatura ha derivado en el surgimiento del incendio más devastador del último medio siglo, alcanzando una extensión que ya superó las 19.300 hectáreas, obligando a que las autoridades tengan que evacuar de la zona a cerca de 40.000 personas.
Si Francia reporta niveles de 41 grados, el balance de Italia ha llegado a picos de 42 grados en sus zonas central y norte, en momentos en los que el pronóstico de aumento de las temperaturas también centra la atención de autoridades y ciudadanos, a la espera de lo que sería el pico a mediados de la presente semana, y que prende las alarmas en importantes ciudades de ese país, entre las que se cuenta Roma y Milán.
La amenaza de los incendios forestales
Frente a este fenómeno, los reportes de los medios internacionales han centrado sus informaciones sobre proliferación de las llamas en países de la península ibérica, donde, además del consumo de miles de hectáreas, los reportes sobre la ola de calor y los incendios también versan sobre el número de muertos que ha dejado.
En ese sentido, desde el Gobierno de Pedro Sánchez, en España, se reportó que el número de muertes asociadas a las fuertes temperaturas ya ha superado los 500 en ese país, en momentos en que los incendios forestales, transcurrido medio año, ya son superiores a la media anual de escenarios de ese tipo la última década.
De acuerdo con el reporte de las autoridades españolas, en lo corrido de 2022, la cifra de hectáreas consumidas por las llamas ya superó las 70.000, obligando a su vez al desalojo o evacuación de más de 8.000 personas.
Si bien la estadística es de lo corrido del año 2022, las autoridades han precisado que, de esa cifra, aún se mantiene activo cerca de un 50 % de los referidos incendios.
De igual modo, en la vecina Portugal las consecuencias de la ola de calor también han representado una cruel ola de incendios forestales que han obligado a un importante despliegue de los cuerpos bomberiles, que centran sus esfuerzos en controlar las llamas que avanzan en zonas del norte y centro del país.
Aunque la ola de calor en Portugal ya muestra un descenso en el pico, durante los últimos días, las cifras mortales son alarmantes, debido a los efectos de la descompensación, lo que ha dejado promedios superiores a los mil muertos por efectos de la ola de calor.
En el caso de Grecia, según medios internacionales, este miércoles, en horas de la madrugada, autoridades locales desplegaron ayuda aérea para colaborar con las labores que, desde tierra, se desarrollan para el control un incendio que se registra en la falda del monte Pentélico, al norte de Atenas, y que es visto como gran amenaza que incluso ya ha obligado a evacuar el lugar, siendo uno de los sectores más afectados la zona de Gerakas, con una población de 29.000 personas.
Medios internacionales refieren el despliegue de “485 bomberos, 120 vehículos, tres aviones y cuatro helicópteros”, para el control del incendio, que se ha visto avivado por los fuertes vientos, confirmando incluso la pérdida total de algunas viviendas.
En el marco de esa emergencia en Grecia, los cuerpos de Bomberos han afirmado que el balance de las pérdidas solo se logrará realizar cuando se de por terminado el incendio; solo uno de los 117 que se estiman activos en Grecia.
Ante la grave situación en Europa por cuenta de la ola de calor, se calcula que cerca de un 50 % de los territorios de la Unión Europea, se encuentran en una grave situación derivada de la sequía, lo que además de representar un reto para el control de las llamas, va más allá de los evidente, representando un riesgo para las capacidades agrícolas y alimentarias de la región.
En medio de la referida situación, organismos internacionales han señalado la importancia de avanzar en la reducción del consumo de combustibles fósiles, haciendo un rápido tránsito a las energías limpias; no obstante, si bien se esperarían resultados favorables en ello, los expertos de los institutos meteorológicos señalan que los impactos del próximo lustro se verán reflejados independientemente de que se ponga o no el acelerador en las medidas para mitigar el cambio climático.
Frente a la actual ola de calor, la OMS ha emitido advertencias sobre la forma particular cómo este tipo de fenómenos afectará especialmente a los ancianos, niños y mujeres gestantes, advirtiendo la necesidad de que el organismo esté preparado para autorregularse internamente en su temperatura, advirtiendo que de no ser así, la ola de calor sería el detonante de una serie de enfermedades.
En ese mismo sentido, la preocupación se centra también en las poblaciones con enfermedades crónicas, y trabajadores que están expuestos a altas temperaturas, debido a las características de sus espacios de trabajo; incluidos aquellos que trabajan en exteriores.