Una oleada de violencia desató la inusual visita del presidente palestino Mahmoud Abbas a Israel. El ejército israeló bombardeó este miércoles varios sitios del movimiento islamista Hamás, que gobierna la Franja de Gaza, tras disparos procedentes del enclave palestino. Los ataques hirieron a un civil israelí.
El ataque del ejército israelí iba dirigido a cuatro sitios de las brigadas Al Qasam, donde se encuentra el brazo armado de Hamás. El incidente tuvo lugar en el último día de un entrenamiento de las facciones armadas en Gaza.
De acuerdo con un comunicado publicado por el ejército israelí, los disparos de los tanques apuntaron contra varios puestos militares de Hamás en el norte de Gaza. Hamás e Israel libraron una guerra de once días el pasado mayo, a finales de este mes se instauró un alto al fuego y desde entonces solo se han lanzado once proyectiles.
Por su parte, el ministro de Defensa Israelí, Benny Gantz, recibió a Abbas en su casa a última hora del 28 de diciembre, sin embargo, indicó que hay pocas perspectivas de que se reanuden las negociaciones de paz.
Y en Gaza, Hassam Qassem, portavoz de Hamas, señaló que luego de reunirse con Gantz, Abbas estaba “profundizando las divisiones políticas palestinas” y alentando la acomodación con “la ocupación”, término usado por el grupo militante islamista para describir a Israel.
Al hablar sobre la reunión en la red social Twitter, Gantz no mencionó el proceso de paz estancado desde 2014 tras el fracaso de las conversaciones. “Discutimos la implementación de medidas económicas y civiles, y enfatizamos la importancia de profundizar la coordinación en seguridad y prevenir el terrorismo y la violencia para el bienestar tanto de israelíes como de palestinos”, escribió Gantz.
Cabe señalar que en una medida que podría facilitar la conexión de miles de palestinos, el ministro de Defensa señaló que Gantz aprobó el registro como residentes en Cisjordania de al rededor 6.000 personas que estaban viviendo sin estatus oficial en el territorio.
Los planes de Israel para la Franja de Gaza
La franja de Gaza es uno de los territorios más deprimidos del mundo. Su gente ha sufrido por años el complejo conflicto entre Israel y Palestina y el ataque inmisericorde de los grupos terroristas que operan en esa región como Hamás.
Desde hace años, la Franja está cercada y el acceso a los servicios básicos se ha complicado. El nuevo Gobierno de Israel se ha puesto como meta aliviar esas condiciones. “Durante demasiado tiempo, las únicas dos opciones eran conquistar Gaza o la violencia sin fin. Ambas opciones son malas”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores Yair Lapid.
Los israelíes le han llamado a este proyecto un plan de desarrollo, que tiene como primera etapa una reestructuración de la infraestructura básica en Gaza. Esto incluye centros médicos, conductos de gas y acueductos. También, para Israel, es clave que la gente en Gaza no solo tenga que sobrevivir a un conflicto, sino que se pueda nutrir de la economía de la zona con proyectos de infraestructura estratégica.
En este punto, se plantea la construcción de zonas de industria, así como un puerto marítimo, el aumento del espacio de pesca e incentivo de mercancías. Pero el ítem más significativo es la creación de una isla artificial cercana a Gaza que impulse no solo los mercados en la zona, sino que también atraiga el turismo, algo impensado hace unos años.
El punto innegociable de esa propuesta es no dialogar de ninguna manera con Hamás. “Israel no habla con organizaciones terroristas interesadas en su aniquilación”, dice el Gobierno. La solución para ellos viene de varios frentes, empezando con la presión hacia la organización extremista de parte de la comunidad internacional, encabezada por Estados Unidos.
Además, se pide que los palestinos también sean los que demanden el cese de la violencia. El Gobierno espera que, a cambio, Hamás pueda asegurar un periodo de “larga calma”, que debería incluir un alto al fuego de largo plazo contra la población israelí y su ejército.
Con información de AFP.