La incertidumbre se propaga incluso más rápido que la variante ómicron, o eso parece ser en el mundo, ya que no mucho se sabe al respecto de la cepa. Sin embargo, en medio del desconocimiento, decenas de naciones empiezan a poner restricciones ante el abrupto aumento de casos, parece ser una de las únicas certezas.
Por ahora, los efectos del esparcimiento de ómicron se están sintiendo principalmente en Europa, que ha tenido una subida en los casos, que en pocos meses podría representar la mitad de los contagios, según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades.
Ante el miedo y la incertidumbre de los contagios, ya son varios los países que están tomando medidas más y menos restrictivas con tal de evitar los contagios, de por sí ya altos. Por ejemplo, una de las medidas más llamativas es que en Grecia se pondrán multas a los mayores de 60 años que no se han vacunado, serán 100 euros por cada mes que pasen sin inmunizarse. El dinero irá para fondos de servicios hospitalarios.
En Austria, uno de los países con la tasa de vacunación más baja de Europa, se anunció que se retirarán las medidas contra las personas que ya están inmunizadas. Sin embargo, serán mucho más estrictos con las personas que no han recibido la inyección, aplicando la polémica medida de la vacuna obligatoria y fuertes multas de hasta 7.200 euros.
Las medidas contra los no vacunados, son también fuertes en otros países europeos como Hungría, que también pondrá la vacunación obligatoria. De no ser así, se les dará una licencia sin goce de sueldo a los empleados, medida similar a la tomada por Ucrania. Esto en un esfuerzo por subir la cantidad de población inmunizada.
Una medida mucho más extrema fue la aplicada por Singapur, en una decisión que golpea el bolsillo de las personas: dice que si alguien que no está vacunado se contagia del virus y tiene que ser hospitalizado tendrá que pagar sus propias facturas médicas, que pueden llegar hasta los 70 millones de pesos, según estimaciones del sistema de salud.
Una idea mucho más curiosa es la aplicada por Eslovaquia, que quiere repartir cupones por valor de 500 euros a todas las personas mayores de 60 años que se vacunen, incluidas las que ya han recibido la vacuna. Sin embargo, este plan todavía no se ha cristalizado y aún necesita la aprobación del Congreso del país.
Aunque, sin duda alguna, la medida que más se expandirá por el globo será el cierre de fronteras, esto a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha manifestado que es una legislación básicamente inútil y que no evitará la propagación de ómicron por las naciones. A pesar de esto, España ha anunciado que no permitirá el ingreso de ciudadanos provenientes del Reino Unido, mientras que Japón ha cerrado totalmente sus fronteras para el ingreso de extranjeros.
Mientras tanto, en Estados Unidos, el presidente Joe Biden interpondrá una medida que obligará a todas las empresas de más de 100 empleados a que sus trabajadores estén vacunados, bajo una pena de multa de hasta 16.000 dólares.
Así mismo, durante la cumbre del G7, los países más desarrollados del mundo, se anunció una acción estratégica para que se envíen más dosis de vacunas contra la covid-19 en naciones en desarrollo y así evitar que se siga expandiendo la variante ómicron. La promesa consiste en la donación de más de 1.000 millones de vacunas, compromiso adquirido desde junio, pero que fue reiterado esta semana.
Según el grupo de naciones más desarrolladas del mundo, la variante ómicron requiere una acción urgente de parte de todo el planeta, con medidas como la creación de una red internacional de vigilancia de patógenos dentro de la misma OMS. Así mismo, mostraron su compromiso para la investigación y desarrollo de planes que puedan disminuir el contagio en zonas no desarrolladas, como también pidieron por la lucha contra la desinformación que se vive en medio de la pandemia, con información falsa que circula en redes sociales.
La reunión del G7 culminó con la firma de varios compromisos contra la pandemia y por la disminución de contagios provenientes de la variante ómicron, a la vez que se dio una señal de alerta a la humanidad para no desestimar las medidas de autocuidado. Esto a pesar de lo poco que se sabe sobre la nueva variante del coronavirus.
Ómicron: qué se sabe y qué no:
A pesar de que los expertos dicen “calma”, el mundo está preocupado por la nueva variante. La lista de cosas que los científicos conocen de ómicron es muy corta. Se sabe que el primer caso se presentó en Botsuana y que hoy la lista de países que han detectado enfermos con esta variante supera los 20.
Entre ellos, se encuentra Estados Unidos, que reportó el jueves un caso en California de una persona vacunada que había llegado de Sudáfrica. Se sabe que ya hay casos de la variante en países como Gran Bretaña y en otros de Europa que no están relacionados con viajeros. Eso hace pensar que ya la variante se estaba propagando en la comunidad desde hace alrededor de un mes.
La lista de incertidumbres es mucho más larga y, paradójicamente, en ella están los interrogantes cruciales. Por ejemplo, no se sabe si es más transmisible que otras variantes que han surgido, ni si ómicron será capaz de evadir los anticuerpos generados por las vacunas, ni mucho menos si estas serán efectivas para reducir la infección y la enfermedad.
Algunos expertos creen que las vacunas sí preparan al cuerpo y las que están disponibles hoy deberían generar cierta protección. Lo importante es que los no vacunados se las apliquen y los que ya tienen dosis completas reciban su refuerzo si ya pasaron los seis meses de la última dosis. Menos se sabe sobre la capacidad de la variante de producir síntomas más leves o severos que la delta. Tampoco se ha establecido a ciencia cierta si las personas que ya tuvieron covid-19 serán susceptibles de ser reinfectadas.
Una pregunta frecuente es si ómicron reemplazará a delta y se convertirá en la variante dominante. Los científicos no lo saben. Solo advierten que otras variantes de preocupación como beta y mu evolucionaron para evadir las defensas del sistema inmune, pero nunca se convirtieron en amenazas serias. Con el tiempo fueron menos hábiles para transmitirse. Por eso la respuesta a este interrogante es que es posible que lo haga, pero también que no.
Se espera que en las próximas dos semanas se conozca más sobre la capacidad de ómicron de evadir el sistema inmune, pero otros asuntos, como la severidad de la enfermedad, solo se conocerán en un par de meses. Ante tantas preguntas sin respuesta, los científicos señalan que la paciencia y la prudencia deben primar.
Una situación que no ha cambiado desde el comienzo de la pandemia es que, sin importar la variante que surja, existen mecanismos para mantener el número de nuevos casos bajo control y consiste en la serie de medidas de bioseguridad que se han establecido desde el año pasado.
Estas son: la ventilación de espacios cerrados, el uso de tapabocas y la distancia social. Esto es para el público en general, pero los gobiernos también tienen herramientas en sus manos: la búsqueda activa de casos y el testeo genético para saber si la variante está circulando en sus países. Por lo pronto, es necesario intensificar las medidas de protección que recomiendan los expertos y hacerlas más eficaces mientras se conoce más sobre ómicron.