Una creciente preocupación ha sido expresada este viernes por parte de dos agencias adscritas a la ONU, la OIM y la OIT, quienes advierten sobre la difícil situación que atraviesan cerca de un millar de personas, trabajadores del sector del transporte naval, quienes se encuentran bloqueados desde hace más de un mes en aguas próximas a puertos ucranianos, debido al estallido de la guerra en esa zona del orbe.
Según la denuncia elevada por la OIM, Organización Internacional para las Migraciones, y recogida por medios internacionales, se estima que cerca de 1.000 marineros se encuentran varados en la zona conocida como el mar de Azov, en inmediaciones de la ciudad de Mariupol, reiterando un llamado que ya se había elevado semanas atrás, y que aseguraba que incluso, algunas de las embarcaciones allí detenidas, se encontrarían averiadas por cuenta de las acciones bélicas desarrolladas en ese sector.
En ese mismo sentido, la OIT, Organización Internacional del Trabajo, precisó que estas personas hacen parte de las tripulaciones de aproximadamente 100 navíos que se encuentran en el sector, y que acudieron al lugar en el marco de sus acciones de transporte de varios de los productos de exportación que se extraen de esa zona del mundo, pero que, por las acciones allí desplegadas por las fuerzas rusas, quedaron atrapados.
Además de un llamado a una pronta solución de las confrontaciones en Ucrania, la OIT y la OIM han elevado una alerta dirigida a organizaciones como ACNUR, Médicos sin Fronteras y el Comité Internacional de la Cruz Roja, para denunciar las precarias situaciones que estarían sufriendo estos trabajadores allí atrapados, advirtiendo que, además de la escasez de suministros, estos también estarían expuestos a situaciones que van en claro detrimento de su salud y bienestar.
“Muchos de los barcos sufren ahora problemas de comida, carburante, agua dulce y otros suministros esenciales. La situación de los marinos de muchos países es cada vez más insostenible, lo que representa riesgo para su salud y bienestar”, reza la misiva en la que la OIM y la OIT instan a los otros organismos ya referidos a que tomen ‘medidas urgentes’ que permitan ayudar al abastecimiento de los insumos necesarios en dichas embarcaciones.
Adicional a lo anterior, la Organización Internacional del Trabajo y la Organización Internacional para las Migraciones también reconocieron que, debido a la posición en la que se encuentran dichos navíos, estos pueden estar bajo la amenaza de resultar afectados por los bombardeos que sigue adelantando el gobierno de Rusia.
Muy cerca de allí, atravesando el estrecho de Kerch, en el Mar Negro, semanas atrás se habían presentado hechos que en su momento fueron denunciados por las autoridades panameñas, en las que se advertía que, aproximadamente tres embarcaciones con bandera de ese país, habían resultado averiadas en el marco de los bombardeos rusos, señalando que los daños eran de consideración, llevando incluso al hundimiento de una de ellas.
En dicho comunicado, se señalaba que, pese a mantenerse a flote, dos de las embarcaciones averiadas, los daños causados podrían haber minado su capacidad de operación, lo que traduce en un significativo peligro para los marineros que allí se transportan.
En aquel momento, desde Panamá se denunció que la Armada rusa, en medio de su despliegue de capacidades, había obstruido la salida de varias de las embarcaciones hoy enunciadas por las agencias de la ONU, manifestando que estas responden a navíos provenientes de varios países, y cifrando el número de embarcaciones afectadas en 300.
Tras el inicio de las acciones militares rusas en Ucrania, las autoridades panameñas habían elevado una alerta, orientada a pedir que las embarcaciones de su país se abstuvieran de transitar por aguas ucranianas y rusas, más aún después de que el primer daño a una de estas, en hechos ocurridos el 25 de febrero, un día después del despliegue de la que Rusia calificó como una operación especial
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*Con información de AFP