La Organización de las Naciones Unidas manifestó su esperanza porque el proceso electoral de este domingo en Honduras sea una “verdadera fiesta cívica” marcada por la participación, el respeto de los Derechos Humanos y las plenas garantías democráticas.

“La meta de un mundo más justo que plantea la Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030 sólo se podrá alcanzar si hay más democracia, por lo que las elecciones participativas, inclusivas, pacíficas y transparentes son un elemento clave para la paz social que tanto anhela el pueblo hondureño”, dijo el Sistema de Naciones Unidas para Honduras en un comunicado.

Sin embargo, la ONU recalcó que no realizará “ningún tipo de observación electoral” en el país centroamericano, si bien reconoce “la importancia” que tiene la presencia de misiones internacionales y nacionales de la sociedad civil, cuyo trabajo “fortalece la transparencia y credibilidad del proceso”.

Por otro lado, en materia de defensa de los Derechos Humanos, el organismo reiteró su rechazo a los “actos de violencia en el contexto electoral” y ha exhortado a las autoridades hondureñas a investigar este tipo de “crímenes” de una forma “rápida, exhaustiva e imparcial”.

El Sistema de Naciones Unidas en Honduras hizo el llamado a las autoridades del país a “a dirimir sus diferencias y conflictos mediante los mecanismos establecidos en la legislación vigente, ya esperar con calma y respetar los resultados oficiales del Consejo Nacional Electoral”.

En este punto, el organismo afirmó que de los candidatos y líderes políticos depende, en gran medida, que los comicios de este domingo se desarrollen de una manera “creíble, inclusiva y pacífica”.

Finalmente, el Sistema de Naciones Unidas en Honduras depositó su confianza en que las elecciones respetarán la voluntad de la ciudadanía, así como a la institucionalidad electoral.

Los hondureños acuden a las urnas este domingo en unas elecciones presidenciales en las que decidirán al sustituto de Juan Orlando Hernández en la Presidencia del país, marcadas por el fantasma de la violencia post electoral vivida tras los comicios de 2017 y que se prevén como una materialización de la polarización en el país, dividido entre la vuelta del ‘zelayista’, que se perfila como la opción más probable en las encuestas, o la perpetuidad del oficialismo.

Corrupción, narcotráfico y zozobra marcan los comicios presidenciales

Honduras elige el domingo un nuevo presidente en comicios marcados por la corrupción y el narcotráfico, que tocan hasta las más altas esferas de poder, y por un temor ciudadano de que un resultado apretado genere choques violentos.

“Esperamos que haya unas elecciones en paz, que no haya problemas y que todo sea transparente, que cada quien (de los candidatos), si ganó, gracias a Dios, y si no, también”, dice Delia Flores, una vendedora de comida en una plaza del centro de Tegucigalpa.

Su temor no es gratuito. En 2017, una cuestionada reelección de Juan Orlando Hernández desató enfrentamientos con represión policial, que dejaron una treintena de muertos.

A punto de dejar el poder, Hernández fue señalado en un tribunal en Estados Unidos, donde su hermano cumple cadena perpetua por narcotráfico, de ser cómplice de ese delito, cargo que rechaza.

Quien lo suceda deberá luchar contra la pobreza que afecta a más de la mitad de los 10 millones de habitantes, y que obliga a muchos jóvenes a migrar irregularmente a Estados Unidos en busca de empleo.

“Esperamos que el próximo presidente dé trabajo, educación, que ayude a la gente pobre a salir adelante y ojalá no haya disturbios (...), nosotros somos los afectados”, considera Wilson García, vendedor de verduras en un mercado capitalino.

*Con información de Europa Press