Sin la financiación suficiente, “la gente pagará con sus vidas”, alertó la ONU. Si bien en este momento todas las miradas están puestas en la guerra en la Franja de Gaza, la ONU recuerda que Oriente Medio, Sudán y Afganistán también se han beneficiado de importantes operaciones de ayuda internacional.

Sin embargo, la escala de la convocatoria de financiación anual y la cifra de beneficiarios que la ONU espera ayudar se revisó a la baja frente a 2023, debido a un menor número de donaciones.

“Los trabajadores humanitarios salvan vidas, combaten el hambre, protegen a los niños, asisten en epidemias y brindan refugio e instalaciones sanitarias en las situaciones más inhumanas”, dijo en un comunicado el jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths.

Martin Griffiths, jefe de asuntos humanitarios de la ONU | Foto: 2022 - Xinhua News Agency

“Sin embargo, el apoyo necesario de la comunidad internacional no cubre las necesidades”, lamentó. La ONU llamó a recaudar 56.700 millones de dólares para 2023, pero solo recibió el 35% de esa cifra, el peor déficit de financiación en años. Las agencias de Naciones Unidas brindaron asistencia y protección a 128 millones de personas.

El 2023 va en camino a convertirse en el primer año desde 2010 en el que las donaciones para ayuda humanitaria disminuyeron respecto al año anterior. Además, para 2024, la ONU decidió revisar su convocatoria de donaciones para centrarse en necesidades más urgentes.

Operaciones en 72 países

Al anunciar la convocatoria de fondos para 2024, Griffiths reconoció que el monto solicitado seguía siendo “enorme” y probablemente difícil de recaudar, pues muchos países donantes afrontan dificultades económicas.

Pero “sin una financiación adecuada, no podremos dar asistencia vital. Y si no podemos proporcionar esta asistencia, la gente pagará con sus vidas”, advirtió. La convocatoria de donaciones busca financiar operaciones en 72 países: 26 estados en crisis y 46 países vecinos que sufren las repercusiones, como la afluencia de refugiados.

Se trata, en primer lugar, de Siria (4.400 millones de dólares), seguida de Ucrania (3.100 millones), Afganistán (3.000 millones), Etiopía (2.900 millones) y Yemen (2.800 millones).

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Según Griffiths, habría casi 300 millones de personas necesitadas en todo el mundo durante 2024; sin embargo, la ONU centrará sus esfuerzos en 180,5 millones.

Las víctimas del clima

En este contexto, la revisión de la expectativa de fondos impacta directamente en las primeras zonas afectadas, destacándose Oriente Medio y el Norte de África con una cifra alarmante de 13.900 millones de dólares. Sin embargo, la preocupación de Griffiths no se limita a estas regiones, ya que también destaca la urgencia en atender las crecientes necesidades en lugares como Birmania y Ucrania. Estas naciones, envueltas en circunstancias críticas, enfrentan desafíos exacerbados por un “invierno desesperado” en el caso de Ucrania, marcado por una intensificación de conflictos armados.

El llamado del funcionario de la ONU no se detiene ahí; se extiende a Sudán, una región que, según sus palabras, no está recibiendo la atención que merece desde las capitales occidentales.

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En cuanto a Venezuela, el funcionario de la ONU dijo que espera que el diálogo político desbloquee los activos congelados y sea un “muy buen ejemplo” que conduzca a “recompensas sociales”.

Añadió que en Afganistán se podría evitar una hambruna si la financiación tiene en cuenta los derechos humanos. Las necesidades relacionadas con los efectos del cambio climático son cada vez más importantes. “No hay duda de que el clima compite con el conflicto como generador de necesidades”, señaló. “El clima ahora desplaza a más niños que los conflictos. Nunca había sido así”.

*Con información de AFP.