La oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos se declaró “consternada” por la muerte de la periodista palestino-estadounidense Shireen Abu Akleh durante una operación del Ejército israelí en Cisjordania ocupada, y exigió una investigación independiente.
“Nuestros servicios están sobre el terreno para verificar los hechos”, subrayó la oficina de Michelle Bachelet, exigiendo que “cese la impunidad” y reclamando una investigación “independiente y transparente de su asesinato”.
Entre tanto, el Gobierno de España condenó “firmemente” la muerte de la periodista, al tiempo que pidió que se adelanten las investigaciones correspondientes.
El Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, pidió que se investiguen los “graves hechos acaecidos y que la libertad de prensa y el trabajo de los periodistas sea respetado”.
Por su parte, la Federación Internacional de Periodistas, FIP, pidió justicia frente a la muerte de la comunicadora.
“Si bien todos los detalles de este horrible asesinato aún están saliendo a la luz, los testimonios de periodistas que estaban con ella apuntan a otro ataque deliberado y sistemático contra un periodista”, denunció el secretario general de esa organización, Anthony Bellanger.
Señaló que “de nuevo, periodistas que llevan chalecos de prensa y que están claramente identificados son atacados por francotiradores israelíes”.
Aseguró que este suceso tiene como objetivo “evitar que sean testigos y digan la verdad sobre las acciones israelíes en Yenín. Intentaremos sumar este caso a la demanda ante la Corte Penal Internacional presentado por la FIP, detallando estos ataques sistemáticos”.
“Si pedimos justicia para los ataques rusos contra periodistas ucranianos, debemos pedir el fin –y justicia– por los ataques israelíes y el asesinato de periodistas palestinos”, insistió Bellanger.
“Advertencia: video gráfico. Muestra claramente los continuos disparos israelíes después de que Shireen Abu Akleh fuera dada de baja. Gritos de “Ambulancia”. Un hombre intenta recuperar a Shireen, otros le gritan que se aleje del campo de tiro de los francotiradores israelíes”, escribió la periodista Linah Alsaafin al publicar un video del hecho.
Sobre este hecho se refirió también el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por su sigla en inglés), que pidió a las autoridades israelíes y palestinas llevar a cabo una investigación “transparente, inmediata y rápida”.
“Estamos en shock y condenamos el asesinato de la prominente activista en Cisjordania, que se encontraba desempeñando su trabajo y que era fácilmente identificable como periodista”, señaló el coordinador de programas de la organización para Oriente Próximo y el norte de África, Sherif Mansur, que insistió en que los periodistas “tienen que ser capaces de trabajar de forma segura y libre sin ser un objetivo”.
Por su parte, Reporteros Sin Fronteras (RSF) deploró que “hace solo una semana se celebraba el Día de la Libertad de Prensa y hay que lamentar tres asesinatos de mujeres periodistas desde entonces”.
“Shirín abu Aklé, reportera de Al Yazira, fue abatida por tropas israelíes en Cisjordania. Otro reportero ha resultado herido”, manifestó la organización a través de su cuenta en Twitter.
El secretario general de Rsf, Christophe Deloire, señaló que ese asesinato “constituye una grave violación de las Convenciones de Ginebra sobre la protección de los civiles y la Resolución 2222 del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la protección de los periodistas”.
“Estamos muy decepcionados por la propuesta del ministro de Exteriores israelí, Yair Lapid, de que el país forme parte de la investigación conjunta sobre los hechos. Es necesario que se abra una investigación independiente a nivel internacional”, aseguró.
Abu Aklé, de 51 años, se encontraba en un campo de refugiados de Yenín cubriendo los enfrentamientos entre manifestantes palestinos y las fuerzas de seguridad israelíes, que han disparado contra los jóvenes y los equipos de prensa que se encontraban en la zona, según recogió la agencia de noticias Maan.
Distintos videos muestran a la periodista con chaleco antibalas y con un casco con la palabra “prensa”. De hecho, el periodista Alí Samudi, quien recibió un disparo en la espalda, narró al diario Haaretz que tanto él como otro periodista, y también la reportera que falleció a consecuencia del tiroteo, vestían sus chalecos identificativos.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) indicaron que “se está investigando la posibilidad de que los periodistas resultaran heridos, posiblemente por disparos de palestinos armados”, según publicó en su perfil oficial de Twitter.
Asimismo, el ministro de Exteriores israelí, Yair Lapid, indicó en su cuenta en la red social Twitter que las autoridades de Israel ofrecieron a las autoridades palestinas una “investigación conjunta” sobre la “triste muerte” de la periodista.
“Los periodistas deben ser protegidos en zonas de conflicto y todos tenemos la responsabilidad de obtener la verdad”, dijo Lapid. “Las fuerzas de seguridad de Israel seguirán actuando donde sea necesario evitar el terrorismo y el asesinato de israelíes”, insistió.
El suceso fue condenado por Al Jazeera, la Autoridad Palestina y Catar, que coincidieron en que “la ocupación debe rendir cuentas por este horrible crimen y llevar a los responsables ante la justicia internacional”.
*Con información de la AFP y Europa Press.