El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, urgió este jueves a desarrollar "sistemas integrales de bienestar social" en los países de América Latina y el Caribe, para evitar que, tal y como prevé el último informe de la Cepal, la pandemia de coronavirus se salde con otros 45 millones de pobres más en la región. Guterres compareció con motivo de dicho informe, que la jefa de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, presentó a lo largo de la semana en una serie de videoconferencias, según las cuales la crisis económica y las desigualdades estructurales provocarán un aumento del 7 por ciento del nivel de pobreza en la región; esto es, otros 45 millones de pobres, para un total de 230 millones de personas, siendo México, Nicaragua, Guatemala y Honduras los países más golpeados.
"A medida que la covid-19 continúa extendiéndose por todo el mundo, América Latina y el Caribe se han convertido en un foco de la pandemia", dijo Guterres. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el continente acumula 6,1 millones de casos y más de 272.000 muertes en 54 países. El jefe de la ONU alertó de que, "en un contexto en el que ya existen enormes desigualdades, niveles elevados de trabajo informal y servicios de salud fragmentados, las poblaciones y las personas más vulnerables son una vez más las más afectadas". A este respecto, llamó la atención sobre las mujeres, "que constituyen la mayoría de la fuerza de trabajo en los sectores económicos más afectados y ahora también deben soportar la carga de los cuidados adicionales".
Así mismo, apuntó hacia "las personas de edad y las personas con discapacidad", que "corren un riesgo mucho mayor de morir a causa del virus", y a "los pueblos indígenas y las personas afrodescendientes, al igual que los migrantes y los refugiados", que "también sufren de manera desproporcionada, pues entre ellos la vulnerabilidad se multiplica". Ante este panorama, instó a "hacer todo lo posible por limitar la propagación del virus y hacer frente a los efectos de la pandemia sobre la salud" y, al mismo tiempo, "encarar sus repercusiones sin precedentes en el ámbito económico y social". Para ello, exhortó a los gobiernos en el corto plazo "a hacer más por reducir la pobreza, la inseguridad alimentaria y la malnutrición mediante, por ejemplo, un ingreso básico para situaciones de emergencia y ayudas contra el hambre". "La educación se ha visto interrumpida en toda la región", recordó igualmente, frente a lo cual considera que "es indispensable priorizar la educación a distancia y, de manera general, la continuidad de los servicios dedicados a la infancia". "DESAFÍOS ESTRUCTURALES" No obstante, estima que es necesario abordar también "los desafíos estructurales más amplios" que presenta la región. "Para reconstruir mejor es necesario transformar el modelo de desarrollo de América Latina y el Caribe", defendió. Guterres sostiene que "en una región en la que los niveles de desigualdad se han vuelto ya insostenibles, esto supone desarrollar sistemas integrales de bienestar social accesibles para todas las personas". "Esto implica crear sistemas tributarios más justos, promover la creación de empleos decentes, fortalecer la sostenibilidad ambiental y reforzar los mecanismos de protección social", manifestó. De igual manera, continuó, conlleva "reforzar la gobernanza democrática, la protección de los Derechos Humanos y el Estado de Derecho". "En un momento en el que demasiados ciudadanos y ciudadanas se sienten excluidos, la rendición de cuentas y la transparencia son fundamentales", esgrimió Guterres. Apoyo internacional El político portugués subrayó que en el caso de América Latina y el Caribe, alcanzar todos estos objetivos no será posible sin "un mayor apoyo internacional", por lo que pidió a la comunidad internacional "proveer liquidez, asistencia financiera y medidas de alivio de deuda" a los países de la región. En concreto, reveló que ha hecho un llamamiento para "poner en marcha un paquete de rescate y recuperación equivalente a más del 10 por ciento de la economía global", algo que los países desarrollados han hecho con "sus propios recursos", recalcó. "Los países de América Latina y el Caribe, y en particular los pequeños estados insulares en desarrollo, no deben quedar excluidos de la asistencia mundial", reclamó, reivindicando que solo "juntos podemos superar esta crisis y construir sociedades inclusivas y sostenibles para todos".