Dos altos cargos de la ONU dijeron el miércoles que presionan a los talibanes para que reviertan sus restricciones contra las mujeres en Afganistán, en especial la prohibición de trabajar en la entrega de ayuda.
La subsecretaria general de la ONU, Amina Mohammed, señaló en Nueva York que presionó “bastante fuerte” sobre los temas de mujeres en su visita de la semana pasada a Afganistán y que a veces “la reacción no fue agradable”. En las últimas semanas, las autoridades han permitido a las mujeres trabajar únicamente en el sector de salud.
El subsecretario general de Asuntos Humanitarios y Emergencias, Martin Griffiths, dijo esperar que más sectores humanitarios se vuelvan a abrir para las mujeres trabajadoras.
“Varios dirigentes talibanes me han dicho que los talibanes, como gobierno, trabajan en lineamientos que van a aclarar el papel y la posibilidad –y esperamos que la libertad– de las mujeres de trabajar en asuntos humanitarios”, dijo Griffiths a AFP en la sede de la ONU en Kabul.
Desde su retorno al poder en agosto de 2021, el gobierno talibán sacó a las mujeres de la vida pública y les prohibió la educación secundaria, trabajar en el sector público y acceso a parques y baños.
El país enfrenta una de las peores crisis humanitarias del mundo, con más de la mitad de su población de 38 millones con hambre y casi cuatro millones de niños desnutridos. La crisis se agravó cuando los talibanes prohibieron a las mujeres afganas trabajar con oenegés, obligando a varias agencias de ayuda a suspender actividades. “Es muy importante que mantengamos el foco en el proceso que lleva a esos lineamientos”, indicó Griffiths al concluir su visita a Afganistán.
El diplomático encabezó una delegación de oenegés que se reunieron esta semana con dirigentes talibanes para presionarlos a reducir la prohibición sobre las mujeres trabajadoras.
La delegación de Griffiths llegó poco después de la visita de Mohammed a Kandahar, donde urgió al gobierno talibán a revertir dos recientes decretos que restringieron severamente los derechos de las mujeres. Además de prohibir a las mujeres de trabajar en oenegés, los talibanes les impidieron acceso a la educación universitaria.
“Utilicé todo lo que sé, todas mis herramientas para intentar defender y recuperar los derechos de las mujeres”, declaró Mohammed en una conferencia de prensa en Nueva York. “Va a ser difícil llevarlos de vuelta al espacio en que necesitamos que estén, donde los derechos de mujeres y niñas sean protegidos y defendidos”, agregó.
Griffiths aseguró que cuando se tenga que enviar ayuda al país, la comunidad humanitaria mundial insistirá en enviar a mujeres trabajadoras.
“Enorme retroceso”: así calificó la ONU la situación de las mujeres en Afganistán
Las aparentes exenciones concedidas por los talibanes a las duras restricciones impuestas a las mujeres no son suficientes para revertir el “enorme retroceso” en sus derechos, declaró la ONU el viernes al término de un viaje de altos funcionarios a Afganistán.
Los talibanes tomaron el poder en agosto de 2021, prometiendo una versión más suave de su brutal gobierno de 1996-2001, tristemente célebre por sus violaciones de los derechos humanos. Pero han expulsado a las mujeres de casi todos los ámbitos de la vida pública, prohibiéndoles recientemente la educación secundaria y superior, trabajar en el sector público y visitar parques y baños.
“Está muy claro que lo que hemos visto en términos de derechos básicos para las mujeres y las niñas es un enorme paso atrás”, declaró Farhan Haq, portavoz adjunto del secretario general de la ONU. “No basta con dar un par de pasos adelante”, añadió.
La delegación de la ONU, que llegó el lunes e incluye a la vicesecretaria general Amina Mohammed y a Sima Bahous, secretaria ejecutiva de ONU Mujeres, se reunió con funcionarios talibanes durante una visita de cuatro días a Kabul y Kandahar.
A finales de diciembre, los gobernantes islamistas de línea dura de Afganistán prohibieron a las mujeres trabajar en organizaciones no gubernamentales, lo que llevó a varias de ellas a suspender sus actividades en el país. Algunas, sin embargo, pudieron reanudar parcialmente su actividad tras recibir garantías de las autoridades de que las mujeres podrían seguir trabajando en el sector sanitario.
Aunque ha habido exenciones recientes para que las organizaciones humanitarias “continúen (y en algunos casos reanuden) sus operaciones”, estas “siguen estando limitadas a unos pocos sectores y actividades”, indica un comunicado de la ONU.
“Aunque reconocemos las importantes exenciones realizadas, estas restricciones plantean a las mujeres y niñas afganas un futuro que las confina en sus propios hogares, violando sus derechos y privando a las comunidades de sus servicios”, dijo Mohammed en su declaración.
*Con información de la AFP.