Uno de los conflictos que sigue aquejando a la comunidad internacional, y que data desde hace más de 70 años, el árabe-israelí, derivado por la decisión de la ONU de dividir el Mandato Británico de Palestina en 1947, otorgando una parte del terreno a los judíos sobrevivientes del holocausto y otra parte a los árabes que no contaban con un estado propio tras la derrota del Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial.
Aunque en 1948 se creó el Estado de Israel, los árabes palestinos siguen esperando el establecimiento de su estado, a pesar de haber estado en desacuerdo con la resolución de la ONU desde un principio. No obstante, con los tropiezos que se han presentado desde entonces, solamente uno de los dos estados ha podido surgir.
La violencia y las provocaciones de conflicto entre los gobiernos de Jerusalén y Ramala han llegado a niveles tan altos que el coordinador especial de la ONU para el Proceso de Paz en Medio Oriente, Tor Wennesland, en su último informe ha hecho un llamado hacia los políticos israelíes y palestinos a dejar de lado la retórica incendiaria, confirmó el organismo a través de un comunicado.
Un conflicto de vieja data
A pesar de que estas recomendaciones de dejar la violencia verbal y los actos de provocación de lado, “Lamentablemente (...) continuaron”, expresó Wennesland durante su informe periódico sobre este conflicto el miércoles pasado. El enviado especial ejemplificó este problema aseverado que un ministro israelí había dicho recientemente que el derecho que él tenía, junto con su familia de viajar por Judea y Samaria, (como los conservadores judíos nombran a Cisjordania) “es más importante que la libertad de movimiento de los árabes”.
Por otro lado, el informe también detallaba que un alto funcionario de la Autoridad Palestina había asegurado que Hitler “luchó contra los judíos porque estaban lidiando con la usura y el dinero”, negando que los hubiera asesinado “por ser judíos”. Además, el análisis citó a las diversas glorificaciones que varias alas radicales islámicas palestinas realizaron a los perpetradores que atentan contra civiles israelíes.
Asimismo, el enviado de la ONU para la paz señaló que las provocaciones y retórica incendiaria es por parte y parte, mientras el gobierno israelí continúa ampliando los asentamientos ilegales, indicando que en los últimos 3 meses, las fuerzas armadas hebreas han asesinado a 68 palestinos y los colonos judíos a otros 2. Por su parte, los muertos israelíes dentro del mismo periodo fueron 10, contando a tres soldados.
Una violencia de nunca acabar
Aunque en 1993, con la firma de los Acuerdos de Oslo entre Israel y Palestina se marcó un inicio de paz para ambos territorios, con la llegada de Benjamín Netanyahu y el incremento de las acciones terroristas por parte del extremismo islámico de Hamas, la hoja de ruta destinada para el establecimiento progresivo de un estado palestino se ha truncado durante 30 años.
Por otro lado, la causa palestina que cuenta con el apoyo del régimen de Irán, Hezbolá y los árabes musulmanes en general, se ha visto mermado por los acuerdos de normalización de relaciones entre Israel y varias naciones árabes, lo que indicaría que los movimientos pro-palestinos estarían perdiendo fuerza en su propia región.
Uno de los posibles actos que podría cambiar, para bien, el futuro de la región es el presunto acuerdo diplomático que firmarían Israel y Arabia Saudí, en donde los hebreos podrían dar algunas concesiones con el fin de que se pueda establecer un estado para los palestinos en Gaza y Cisjordania, lo que sería un primer paso para escribir un nuevo capítulo en la geopolítica de Oriente Medio.