La vicesecretaria general de Naciones Unidas, Amina Mohammed, aseguró este viernes han visto progresos en las conversaciones con los talibanes en lo que respecta a los derechos de las mujeres y niñas después de las conversaciones que han mantenido en los últimos días con los fundamentalistas en Afganistán.
“Hay muchas voces que hemos escuchado que progresan en la forma en la que nos gusta, pero hay otros que en realidad no. Creo que la presión que ponemos en apoyar a quienes están pensando en ese sentido es bueno. Esta visita da más voz y presión para ayudar internamente a estos argumentos”, dijo Mohammed a la cadena BBC.
Mohammed lidera una delegación de Naciones Unidas que viajó esta semana a Kabul, la capital afgana, para reunirse con los talibanes, en un intento por revertir las políticas discriminatorias que los fundamentalistas han impuesto contra las mujeres desde que asumieron el control del país en agosto de 2021.
En ese sentido, Mohammed trasladó a los talibanes que antes de esperar obtener el reconocimiento internacional o recuperar la ayuda humanitaria deben demostrar su compromiso con las normas reconocidas en todo el mundo.
Por su parte, los talibanes, según contó la vicesecretaria general de Naciones Unidas, acusan a la comunidad internacional de “politizar” la ayuda humanitaria y les reprocha que las sanciones y la negativa a su reconocimiento están ahondados en la crisis que sufre el país.
Mohammed le dijo a los talibanes que pasará mucho tiempo hasta que se valore cualquier tipo de reconocimiento a su gobierno si la situación en Afganistán, en especial en lo que atañe, a las mujeres sigue igual.
No obstante, aprovechó también para criticar a la comunidad internacional, incluidos otros Estados islámicos, por no estar haciendo lo suficiente para abordar este problema.
Desde que los talibanes recuperaran el poder de Afganistán con la toma relámpago de Kabul en agosto de 2021, los escasos avances y derechos que las mujeres afganas habían logrado les fueron arrebatados, a pesar de las promesas que hicieron de no volver al tipo de políticas que aplicaron en la década de los 90.
Desde entonces han decretado nuevas leyes para impedir el acceso a la educación de niñas y mujeres, así como otras medidas que las impiden tener libertad de movimientos, o incluso trabajar en agencias humanitarias, de las que dependen la práctica totalidad de la población afgana.
El mundo rechaza malos tratos a la mujer
Una decena de miembros del Consejo de Seguridad de la ONU instaron el viernes pasado a los talibanes a que supriman “todas las medidas opresoras” contra las mujeres en Afganistán, al margen de una reunión a puerta cerrada sobre la situación en el país.
“Instamos a los talibanes a anular todas las medidas opresoras contras las mujeres y las jóvenes”, declaró a la prensa el embajador japonés, Ishikane Kimihiro, en nombre de 11 miembros (de los 15) del Consejo de Seguridad (Albania, Brasil, Ecuador, Francia, Gabón, Japón, Malta, Suiza, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido y Estados Unidos).
China, Rusia, Ghana y Mozambique no participaron en dicha declaración.
El grupo de países insta asimismo a los talibanes a “que respeten los derechos de las mujeres y las jóvenes, así como su participación e inclusión plena, igualitaria y significativa en todos los campos de la sociedad, la política, la economía, la educación y el espacio público”.
La declaración hace referencia expresamente a la exclusión de las mujeres y las jóvenes de escuelas y universidades y la prohibición de trabajar en ONG nacionales e internacionales decretada por el gobierno afgano, que defiende una visión ultrarrigorista del islam.
La última medida (la prohibición de trabajar) hará que “las ONG no puedan llegar a las personas, en particular a las mujeres y jóvenes, que son las que más necesitadas de material y servicios”, dice la declaración.
Varias organizaciones humanitarias han decidido suspender sus actividades debido a esta prohibición, anunciada el 24 de diciembre por el gobierno afgano. Sin embargo, la ONU ha decidido proseguir con sus operaciones en el país.
“La situación de las mujeres y jóvenes en Afganistán debe permanecer en lo alto de la agenda del Consejo de Seguridad”, recomiendan los países que apoyan la declaración.
El Consejo de Seguridad se reunió este viernes a puertas cerradas sobre la situación en el país para “hablar de una respuesta internacional unida ante las acciones de los talibanes”, dijo en Twitter la embajadora británica Bárbara Woodward antes de la reunión.
“Nuestro objetivo es impedir caer en una catástrofe humanitaria y hacer hincapié en las prohibiciones que afectan a las mujeres y las jóvenes”, agregó.
*Con información de AFP y Europa Press.