Más de 5,7 millones de personas han salido huyendo de Ucrania desde que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, dio orden de iniciar una ofensiva militar el 24 de febrero, según informó este viernes 6 de mayo el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur).
De acuerdo con el balance ofrecido por las Naciones Unidas, la cifra de refugiados aumenta de forma constante, a razón de varias decenas de miles por día, y hasta el momento ya han cruzado la frontera polaca más de 3,1 millones de personas. Las llegadas a Rumanía ascienden a 857.000, mientras que a Hungría corresponden 551.000, a Moldavia 452.000 y a Eslovaquia 391.000 personas.
La ONU aseguró que también tiene constancia de unos 728.000 refugiados en Rusia, si bien las autoridades locales de este país han asegurado que el dato real supera el millón. Además, más de 26.000 personas han llegado a Bielorrusia, según Acnur.
La agencia internacional teme que abandonen Ucrania 8,3 millones de personas, en vista de que el conflicto sigue abierto y el alto el fuego no parece cercano. La ONU estima en 7,7 millones los desplazados internos, que han abandonado sus hogares pero siguen dentro de Ucrania.
El conflicto bélico que emprendió Rusia contra Ucrania está dejando consecuencias devastadoras para la población infantil. Dos tercios de los menores ucranianos están desplazados en el país o son refugiados a raíz de la invasión rusa, una crisis que para el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) “tiene rostro de niño”.
En Ucrania hay 7,5 millones de niños y su situación es cada día “más desesperada”, especialmente en el este y en el sur del país, denunció el presidente de Unicef España, Gustavo Suárez, en una rueda de prensa en la que la organización hizo un balance del estado de la infancia en Ucrania y del trabajo que ha realizado hasta ahora.
Desde el 24 de febrero, el día que comenzó la invasión, cerca de 250 niños han muerto y más de 300 han resultado heridos, aunque es probable que las cifras sean más altas. Además, unos 15,7 millones de niños y sus familias dentro de Ucrania necesitan ayuda humanitaria.
Suárez instó a tomar conciencia de que “detrás de cada uno de estos datos, hay un rostro infantil, una historia de miedo, huida y violencia, un presente muy injusto y un futuro truncado si no termina esta guerra”.
En palabras de Suárez, la crisis humanitaria derivada del conflicto en Ucrania “se ceba con el grupo social más débil”, es decir, niños y jóvenes. En esta línea se expresó también un portavoz de Unicef, James Elder, que se encuentra en la ciudad ucraniana de Zaporiyia, una de las más castigadas en el marco de la ofensiva rusa.
“Las condiciones humanitarias de los niños siguen empeorando, especialmente en lugares como Mariúpol. Cuando estuve aquí hace dos meses, casi tres millones de niños necesitaban ayuda. Ahora son 5,3 millones”, lamentó. Además, en Zaporiyia, Unicef recibe a quienes logran salir de Mariúpol y otras zonas en las que se desarrollan intensos combates, por lo que la organización les brinda ayuda “inmediata”.
Elder resaltó la “sensación negativa” derivada de estar en un conflicto bélico y puso el foco en que la situación “ahora es más peligrosa”. “No ha habido ni un día bueno para Ucrania y mientras más estamos aquí más tenemos esa sensación de estrés”, agregó.
En este contexto, y pensando en los niños, hay “cientos que están siendo asesinados y probablemente sean más, familias que han enterrado a sus niños sin documentación formal, sin despedida adecuada y esto supone cientos de padres que se ven consumidos por el dolor y la pena”, denunció Elder, a la vez que destacó que el conflicto continúa generando “más muerte, trauma y desplazamiento”.
* Con información de Europa Press
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