El Gobierno de Venezuela continúa en el radar de las Naciones Unidas, en lo que a garantía de derechos humanos se refiere, pese a que el organismo ha destacado avances en ese sentido. Este martes 21 de marzo, el alto comisionado para los DD. HH. de la ONU, Volker Türk, hizo una actualización sobre el panorama que su equipo encuentra en el vecino país.
Hace dos meses, Türk estuvo en Venezuela para sostener varios encuentros con representantes del oficialismo, sociedad civil que incluye a defensores de los derechos humanos, víctimas e integrantes de la Iglesia católica. Sobre dichas reuniones, el funcionario destacó que permitieron ahondar de manera “abierta” en la situación actual.
Sin embargo, durante esta jornada, el delegado subrayó que la nación sigue enfrentando una amplia ‘deuda’ en materia de reparaciones, así como garantía a los derechos y el debido proceso. El llamado de atención es por los múltiples desafíos presentes en la esfera económica, política y social.
“Conocí personas que me hablaron de su lucha diaria por sobrevivir. Me hablaron de cortes regulares de energía, de la falta de agua corriente, de la falta de disponibilidad de medicinas y alimentos, de cómo se estaban endeudando cada vez más. Y hablaron de los impactos directos en la salud mental”, dijo el comisionado de Naciones Unidas al presentar su informe.
Denuncias de detenciones arbitrarias
Uno de los puntos en los que hizo énfasis hizo Türk fueron las denuncias de presuntas detenciones arbitrarias y las personas que continuarían bajo custodia, aun cuando se emitieron órdenes para liberarlas. La ONU reiteró el llamado que hizo su funcionario en enero para frenar las aprehensiones si se superaron los límites fijados por la justicia.
En el marco de operativos de seguridad, el organismo internacional aseguró haber documentado al menos cinco muertes durante esos procesos y que las denuncias continuaron llegando (estas también aludían a maltratos). Al respecto, Türk insistió en esperar con celeridad avances en las investigaciones sobre acciones de la Fuerza Pública. Por su parte, Human Rights Watch pidió mayor presión para que se liberen los presos políticos.
Türk agregó que “la reciente presentación de un proyecto de ley para regular aún más las ONG ha suscitado serias preocupaciones, que comparto. Presenté observaciones detalladas sobre este tema a las autoridades y reitero mi llamado para que cualquier legislación esté en línea con los estándares internacionales (...). Como dije al final de mi visita, todas las partes deben pensar en el futuro que quieren para Venezuela”.
El reporte aludió también a la situación para defensores de derechos humanos y periodistas sobre los que se aseguró que continuaban siendo blanco de abusos, criminalización e intimidación. En ese aspecto, mencionó el cierre de plataformas web, emisoras y programas.
El Gobierno venezolano responde
El representante ante la ONU del oficialismo, Héctor Constant, calificó de “calumnia” los resultados del informe internacional y aseguró que este buscaba “irrespetarlos”. Según él, es cada vez menor el número de naciones que mantienen una posición distante de Venezuela.
“Nos resulta muy triste que el alto comisionado se vea obligado a hablar sobre Venezuela amparado en una resolución de esta calaña, la cual hemos rechazado firmemente como una nueva muestra de selectividad y politización”.
No obstante, Constant dijo que el país tomaba “nota” de las preocupaciones manifestadas por la oficina de derechos humanos y aseguró que se entregará una respuesta, aunque no indicó una fecha estimada.
El informe en mención se refirió también a la necesidad de que tanto el oficialismo como la oposición sumen esfuerzos que incluyan avances en los diálogos iniciados el año pasado en México. Para ello, Türk exhortó a la comunidad internacional para que medie en las negociaciones.