A las constantes declaraciones de preocupación expresadas por la Organización Mundial de la Salud sobre el aumento de casos en Brasil, se sumó la Organización Panamericana de la Salud, que este martes expresó un mensaje de alerta por la crisis que enfrenta el país sudamericano desde hace varios meses.

“El virus sigue aumentando peligrosamente en todo Brasil; los casos y las muertes están en aumento y la ocupación de camas en UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) es muy alta en muchos estados”, dijo la titular de la OPS, Carissa Etienne, este martes, quien añadió que la situación es “terrible”.

En este sentido, la OPS hizo un llamado a todos los brasileños a que “adopten las medidas preventivas que se están implementando” para minimizar el contagio de coronavirus y reducir las cifras de muertes y hospitalizaciones por esta causa.

De acuerdo con el más reciente reporte del Consejo Nacional de Secretarios de Salud (Conass), Brasil alcanzó los 12 millones de contagiados por coronavirus el lunes. En solo las últimas 24 horas registró más de 49.200 casos y 1.383 víctimas mortales, con lo cual el total llegó a 295.425 decesos.

Además del enorme costo humano, económico y social que ha vivido el país por cuenta del manejo que el gobierno de Jair Bolsonaro le ha dado a la pandemia, el cual ha sido criticado por autoridades de todo el mundo y por políticos de todo el país, los brasileños cada vez tienen una peor imagen de su presidente.

El índice de aprobación del presidente se hundió en una nueva encuesta publicada en los últimos días en el vecino país. El manejo que le ha dado Bolsonaro a la crisis del coronavirus es desaprobado por el 54 % de los brasileños, según una encuesta de Datafolha; esto es, un aumento del 48 % en enero y la peor lectura desde que el virus llegó por primera vez al país hace un año.

Por otra parte, el rechazo general del presidente, aquellos que lo califican como malo o terrible, aumentó al 44 %, desde el 40 % en la encuesta anterior.

Hace unos días, para intentar revertir la situación, Bolsonaro nombró a Marcelo Queiroga como el nuevo ministro de Salud del país, el cuarto en el último año. El general Eduardo Pazuello, que había estado en el cargo desde mayo, estuvo sometido a una presión cada vez mayor en medio del empeoramiento de las cifras y una lenta negociación de acuerdos de vacunas que ha dejado a las ciudades y estados con pocas inyecciones a mano.

Si bien Queiroga, un cardiólogo, asintió con la cabeza sobre la importancia del uso de mascarillas y las medidas básicas de higiene para combatir el virus, señaló que es poco probable que el enfoque del país frente a la pandemia cambie drásticamente. El responsable de establecer políticas –dijo– es Bolsonaro.

El presidente ha rechazado repetidamente las medidas de distanciamiento social y, a menudo, ha descartado las vacunas.

Vacunas Covax llegaron a Brasil el fin de semana

Brasil recibió el domingo 1.022.400 dosis de vacunas contra la covid-19 a través del mecanismo Covax y se espera que a lo largo del año lleguen muchas más medicamentos de este tipo al país.

El Fondo Rotatorio de la OPS envió a Brasil las dosis de la vacuna AstraZeneca / Oxford, fabricada por el laboratorio SK Bioscience, de Corea del Sur.

“Este es un gran paso para salvar vidas, detener la propagación de la covid-19 y volver a la nueva normalidad. Seguiremos trabajando día y noche, junto con las autoridades sanitarias de Brasil y las entidades colaboradoras, para posibilitar la llegada de más vacunas y ayudar en todo lo relacionado con la vacunación y el fortalecimiento de las medidas de salud pública, para que podamos enfrentar juntos la COVID-19. Si cada uno cumple con su parte, saldremos de esta pandemia más rápido y más fuertes”, dijo la representante de la OPS y la OMS en Brasil, Socorro Gross.