Un tribunal de apelaciones de Texas suspendió este lunes la ejecución prevista el miércoles de Melissa Lucio, una estadounidense de origen mexicano condenada a muerte por el asesinato de su hija tras un polémico juicio, anunciaron sus abogados.
Otro tribunal de Texas examinará “nuevas pruebas de su inocencia”, aseguraron en el comunicado.
“Le estoy agradecida a la corte por darme la oportunidad de vivir y demostrar mi inocencia” y “por tener más días para ser una madre para mis hijos y abuela para mis nietos”, declaró Melissa Lucio.
La abogada Vanessa Potkin afirmó que “la suspensión otorgada por la corte nos permite seguir luchando con Melissa para que se anule su injusta condena”.
Madre de 12 hijos, embarazada de gemelos en aquel entonces, Melissa Lucio tuvo una vida marcada por las agresiones físicas y sexuales, adicciones a las drogas e inestabilidad económica. La policía sospechó inmediatamente que golpeó a su hija.
En 2007, su hija Mariah, de 2 años, fue encontrada muerta en su casa, cubierta de moretones, días después de haberse caído por las escaleras.
Fue condenada a muerte. Pero una incapacidad física de Mariah que la volvía inestable cuando caminaba, y pudo explicar su caída, no fue tomada en cuenta por los expertos, según la defensa de Lucio, que también argumentó que los hematomas pudieron haber sido causados por un trastorno de la circulación sanguínea. Ninguno de los hijos de Melissa la acusó de ser violenta.
Es inusual que se ejecute a mujeres en Estados Unidos: solo 17 desde 1976, cuando la Corte Suprema restableció la pena de muerte, según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte.
Se trata de la primera mujer de origen hispano condenada a muerte en Texas, el Estado que más ejecuciones realizó en el siglo XXI. Texas es el estado que más presos ha ejecutado, con un total de 6.
Rechazo a la ejecución
El Gobierno de Francia había pedido el pasado viernes la suspensión de la ejecución “por su oposición a la pena de muerte, en cualquier parte y en cualquier circunstancia”, declaró el vocero adjunto del Ministerio francés de Asuntos Exteriores.
La excandidata presencial Christiane Taubira dijo hace unos días que Lucio es probablemente “víctima de un error judicial”.
Personalidades como la estrella de telerrealidad Kim Kardashian se movilizaron en su favor. “Tantas preguntas sin resolver alrededor del caso y las pruebas que se usaron para condenarla”, escribió en su cuenta en Twitter. Y numerosos medios de Latinoamérica recogieron su historia.
La detenida está “impactada” por el movimiento de apoyo, según dijo a la AFP su hijo John Lucio.
“No podía creerlo” cuando le mostró mensajes de celebridades como Kim Kardashian.
Los últimos 15 años han sido “muy difíciles”, recuerda este hombre de 32 años Lucio, adolescente cuando ocurrió la tragedia y quien tuvo que “lidiar con la muerte de su hermana al tiempo que veía que su madre era acusada por ello”.
Pero este año “ha sido el más difícil porque recibimos la fecha de ejecución en enero”, explicó John Lucio, que dice que siempre creyó en su inocencia.
Está convencido de que su madre nunca habría sido condenada “si hubiera tenido dinero”.
El caso trae a la luz el problema de las falsas confesiones. Es difícil estimar cuántas hay, pero según datos del Innocence Project, que lucha contra los errores judiciales, de cuatro personas falsamente condenadas y exoneradas gracias a pruebas de ADN, una había confesado el crimen.
En casos de homicidio, la cifra asciende a 60 %, según Saul Kassin, profesor de psicología en el John Jay College of Criminal Justice.
Y alguien que, como Lucio, ha experimentado traumas y violencia, es “menos resistente, más propenso a ceder, tienen menos tolerancia al estrés de un interrogatorio” y, por lo tanto, es más probable que acepte la autoría de un delito que no ha cometido, dijo.
Lucio ha agotado sus recursos legales, pero su equipo ha presentado una solicitud de clemencia, que suele resolverse hasta unos días antes de la ejecución. Los fiscales también podrían retirar la orden de ejecución y aceptar volver a investigar el caso, según el Houston Chronicle.
Y si todo eso falla, el gobernador de Texas, Greg Abbott, tiene la autoridad para retrasar la muerte de Lucio.
El gobernador, firme partidario de la pena capital, solo ha concedido clemencia en una ocasión.
Documental
El caso fue llevado a la televisión en el documental The State of Texas vs. Melissa, que se estrenó en 2020.
Después de decir que “no lo había hecho casi unas cien veces”, a las tres de la mañana realizó una confesión “completamente extorsionada”, según Sabrina Van Tassel, directora del documental.
“Creo que lo hice”, dijo finalmente a los agentes que le preguntaron sobre los moretones.
Esa confesión fue “lo único que tuvieron en su contra”, dijo Van Tassel, convencida de que “no hay nada que conecte a Melissa Lucio con la muerte de su hija, no hay ADN, no hay testigos”.
Durante el juicio, un doctor dijo que era el “peor” caso de abuso infantil que haya visto.
Pero una incapacidad física de Mariah que la volvía inestable cuando caminaba, y pudo explicar su caída, no fue tomada en cuenta por los expertos, según la defensa de Lucio, que también argumentó que los hematomas pudieron haber sido causados por un trastorno de la circulación sanguínea.
Ninguno de los hijos de Melissa la ha acusado de ser violenta. En tanto que el fiscal fue más tarde condenado a prisión por corrupción y extorsión.
Además, uno de los jurados que la condenó expresó su “profundo arrepentimiento” en un editorial publicado el domingo.
Lucio incluso está ganando respaldo entre los republicanos estadounidenses, tradicionales defensores de la pena capital.
Unos 80 congresistas de Texas de ambos partidos también habían pedido a las autoridades suspender su ejecución.
Varios han ido a visitarla a prisión. “Como un conservador republicano que ha estado desde hace mucho tiempo a favor de la pena muerte, nunca he visto un caso más preocupante que el de Melissa Lucio”, dijo uno de ellos, Jeff Leach.
Con información de AFP