El Gobierno de México se solidarizó con los opositores nicaragüenses expulsados del país y enviados a Estados Unidos por decisión del Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM), quien también dejó apátridas a otros 316 nicaragüenses que han perdido su ciudadanía en menos de una semana.
Como lo hicieron Colombia, España, Chile y Argentina, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ofreció asilo y nacionalidad a los opositores nicaragüenses al régimen de Daniel Ortega.
“Todos los que quieran estar en nuestro país tienen las puertas abiertas y son bien recibidos”, dijo López Obrador durante su habitual rueda de prensa diaria en el Palacio Nacional y agregó que “la nacionalidad no se puede perder por decreto”.
El mandatario mexicano les aseguró a los periodistas que ya le había dado la instrucción a su secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, en el mismo momento en que supo que había “pedido estar en México”. El presidente accedió a darles “asilo, nacionalidad, lo que ellos quieran”.
El día anterior y al cierre de la rueda de prensa, el presidente López Obrador no quiso referirse al tema después de haber sido preguntado por los periodistas asistentes. “Vamos a desayunar ya y mañana hablamos”, había dicho el día martes 21 de febrero evadiendo la pregunta.
Durante el encuentro con los medios, el presidente mexicano también mostró una carta que le envió a Ortega en diciembre, en la que abogaba en particular por la excomandante guerrillera presa Dora María Téllez, una de las 222 opositoras expulsadas a Estados Unidos el 9 de febrero.
“Considero que un gesto humanitario hacia la señora Téllez o de cualquier otra de las personas hoy recluidas de ninguna forma iría en desdoro de la política soberana de Nicaragua y sería recibido muy positivamente por la comunidad internacional”, dijo el mandatario al leer la misiva que, aseguró, no tuvo respuesta.
López Obrador aseguró que su gobierno aspira a que las diferencias en Nicaragua puedan llegar a su fin por medio del diálogo. “Siempre buscamos nosotros que se llegara a un acuerdo y que se liberara a los presos”.
En días anteriores, el Gobierno argentino hizo lo propio a través de un anuncio del ministro de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero, quien aseguró que “está la posibilidad de darle la ciudadanía argentina a Sergio Ramírez y a todos los que están padeciendo lo que está sucediendo en Nicaragua. Si la pide, se la damos”.
Cafiero indicó que esta posibilidad ha sido consultada con el presidente Alberto Fernández. “(Argentina) siempre ha marcado la necesidad de que (Nicaragua) vuelva a respetar los Derechos Humanos”, agregó, según recoge el diario Clarín.
Por su parte, el Gobierno colombiano confirmó que ofreció la nacionalidad a Sergio Ramírez, exvicepresidente y galardonado escritor exiliado en España, mientras que Estados Unidos, la ONU y diferentes oenegés han denunciado las medidas de Ortega, en el poder desde 2007 y reelegido sucesivamente en cuestionados comicios.
Por su parte el Gobierno de Chile ofreció en las últimas horas la nacionalidad chilena a los disidentes acusados por la Fiscalía de Nicaragua por un delito de “traición a la patria”, según la Cancillería, en “defensa de la democracia y los Derechos Humanos”.
“El Gobierno de Chile arbitrará los medios legales necesarios para ofrecerles la debida protección internacional que les permita residir en el país y obtener la nacionalidad chilena según las normas constitucionales y legales que la regulan”, indicó en un comunicado el Ministerio de Exteriores de Chile.
Amnistía Internacional (AI) condenó la retirada de la nacionalidad a disidentes nicaragüenses, una medida que, según la ONG, busca “amedrentar, castigar y erradicar cualquier forma de oposición política” en Nicaragua.
La directora para las Américas de AI, Érika Guevara Rosas, precisó que, con estas acciones, el Gobierno de Nicaragua, liderado por Daniel Ortega, quiere “sustituir la prisión injusta de quienes levantan la voz y defienden derechos por el exilio forzado”.
En la lista de opositores, además de los citados Ramírez y Belli, también se encuentran el director del diario Confidencial, Carlos Fernando Chamorro; el obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez; la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, Vilma Núñez; la exguerrillera Mónica Baltodano o el exministro de Exteriores Norman Caldera.
*Con información de la AFP y Europa Press.