Mientras médicos y científicos trabajan arduamente para hacerle frente al coronavirus que deja hasta el momento 3.900.119 de fallecidos en el mundo y 180.020.306 contagiados, un grupo de investigadores descubrió en Brasil una nueva variante de la covid-19 que fue identificada como P.5.

La nueva cepa fue hallada por la Red Corona-Omica-RJ que realiza el monitoreo genómico. En dicha colaboración participan profesionales del Instituto Fiocruz, la Universidad Federal de Río de Janeiro y la Fundación Getulio Vargas, entre otros centros académicos de ese país.

“Hay que decir que aún la variante P. 5 no fue registrada en una red que se llama PANGO Network. Los científicos discuten allí si eventualmente puede ser o no aceptada como variante nueva y luego GISAID lo incorporará”, explicó al portal Infobae, Humberto Debate, biólogo e investigador del INTA.

La nueva variante del coronavirus fue descubierta exactamente en el municipio de Porto Real, en el sur del estado esta de Río de Janeiro, junto a la frontera con San Pablo, ambas regiones ubicadas en el sudeste de Brasil.

Por medio de un comunicado, la Secretaría de Salud Estadual indicó que “Hasta el momento no se puede afirmar que (la nueva variante) sea más letal o transmisible” que las otras cepas.

La semana pasada, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a arremeter contra las vacunas contra la covid-19 y señaló que infectarse con la enfermedad es “más efectivo” que inyectarse el fármaco.

En una transmisión en vivo a través de sus redes sociales el pasado jueves por la noche, el mandatario aseveró que se considera a sí mismo “vacunado”, ya que contrajo la covid-19 en verano de 2020.

“Todos los que contrajeron el virus están vacunados, incluso con mayor eficacia que la vacuna en sí, porque contrajeron el virus de verdad”, sostuvo el mandatario.

Durante su intervención, el mandatario ha aclarado que será la “última persona” en vacunarse en Brasil. “Estoy dando ejemplo. Después de que la última persona se vacune, yo me vacunaré”, indicó.

Bolsonaro argumentó así a la tesis de la inmunidad colectiva, que presupone la superación de la pandemia de covid-19 gracias al contagio de un elevado número de personas, lo que dejaría inmunizada a gran parte de la población. La estrategia, según expertos, no funciona con el coronavirus porque mucha gente moriría en el proceso. Además, aquellos que ya han tenido la enfermedad pueden volver a infectarse.

No obstante, un estudio de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Sao Paulo, en colaboración con la ONG Conectas Derechos Humanos, ha analizado las decisiones en referencia a la pandemia y la información proporcionada por las autoridades en Brasil y concluyó que el Gobierno “optó por favorecer la libre circulación del nuevo coronavirus, con el pretexto de que la infección induciría naturalmente a la inmunidad de los individuos”.

Una comisión de investigación parlamentaria examina actualmente la gestión de la pandemia en el país latinoamericano y está centrada en dilucidar la existencia de un “gabinete paralelo” que asesoró a Bolsonaro y contribuyó a la adopción por parte del presidente de ideas anticientíficas durante la pandemia, y si la inmunidad colectiva fue una de ellas.

Hasta el momento, Brasil, el tercer país más golpeado por la pandemia del mundo, ha contabilizado más de 17,7 millones de personas contagiadas, incluidas más de 496.000 víctimas mortales a causa de la enfermedad. En el país el ritmo de vacunación es lento y, por ahora, solo el 11,3 por ciento de la población cuenta con la pauta completa.