Los dirigentes de las naciones en vías de desarrollo dieron inicio el sábado al segundo día de la cumbre climática de la ONU presionando a los países industrializados ricos para que compartan sus conocimientos en la lucha contra el calentamiento global y alivien la carga financiera que ellos enfrentan, al tiempo que pregonaron sus propios recursos naturales que absorben el carbono del aire que atrapa el calor.
La Conferencia de las Partes de Naciones Unidas, conocida como COP28, celebrada en los Emiratos Árabes Unidos contó con la presencia de 150 presidentes, primeros ministros, miembros de la realeza y otros dirigentes que presentaron sus planes para disminuir las emisiones que atrapan el calor y, en su mayoría, buscan la unidad con otras naciones para evitar una catástrofe climática que pareció acercarse más que nunca en 2023.
Representantes de los países en vías de desarrollo subieron al escenario principal el sábado temprano, y estaba previsto que la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris pronunciara un discurso más tarde.
Los dirigentes africanos señalaron que las selvas tropicales de su continente ayudan a absorber el exceso de dióxido de carbono en el aire y que sus países han emitido una pequeña fracción de las emisiones que atrapan el calor en comparación con los países más ricos.
Teodoro Obiang Nguema Mbasogo de Guinea Ecuatorial, uno de los principales productores de petróleo de la África subsahariana, reprochó a los países desarrollados que no hayan cumplido sus promesas de financiación de la acción por el clima ni sus propios objetivos de reducción de las emisiones de sus industrias.
África secuestra la mayor cantidad de carbono
“África es una de las regiones del mundo que secuestra la mayor cantidad de carbono y emite oxígeno”, señaló.
El presidente, José Ramos Horta, de Timor Oriental, ubicado junto a Indonesia y al norte de Australia, arremetió contra los “préstamos tiburón” de las instituciones multilaterales de crédito, afirmando que los países en desarrollo no pueden recuperarse de la pesada carga de la deuda, que aplasta su capacidad para invertir dinero en la lucha contra el cambio climático y crecer económicamente.
La presencia de Harris en la COP28 de Dubái representa la primera ocasión desde la COP3 de Kioto, Japón, que un vicepresidente lidera la delegación estadounidense. La COP3 de 1997 contó con el discurso del entonces vicepresidente Al Gore. En las cumbres de la COP celebradas durante la presidencia de George W. Bush intervinieron representantes de menor rango.
Mientras Harris se dirigía a la sede de Dubái, el enviado de Estados Unidos para el clima, John Kerry, y el presidente francés, Emmanuel Macron, abogaron por el desarrollo de la energía nuclear, que no produce emisiones de gases de efecto invernadero, aunque también plantea problemas de seguridad y residuos.
La apuesta por la energía nuclear
En total, un grupo de más de 20 países abogó por triplicar la energía nuclear generada en el mundo de aquí a 2050.
Los países firmantes, entre los que se encuentran entre otros Estados Unidos, Bulgaria, Canadá, República Checa, Finlandia, Francia, Ghana, Hungría, Japón, Corea del Sur, Países Bajos, Polonia, Rumania, Eslovaquia, Eslovenia, Suecia, Ucrania, Emiratos Árabes Unidos y Reino Unido, se comprometen a “trabajar juntos para avanzar en el objetivo global de triplicar la capacidad de energía nuclear desde 2020 hasta 2050, reconociendo las diferentes circunstancias internas de cada participante”.
De igual modo, también se comprometen a adoptar medidas nacionales para garantizar que “las centrales nucleares funcionen de manera responsable y de conformidad con los más altos estándares de seguridad, sostenibilidad, protección y no proliferación”, y que los residuos de combustible se gestionen de manera responsable a largo plazo.
Los firmantes aprovechan para invitar a los accionistas del Banco Mundial, las instituciones financieras internacionales y los bancos de desarrollo regionales a fomentar la inclusión de la energía nuclear en las políticas de préstamos energéticos de sus organizaciones.
Todo ello dado el “papel clave de la energía nuclear para lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero, mantener un límite de 1,5°C en el aumento de temperatura y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, de acuerdo con el comunicado conjunto publicado por el Departamento de Energía de Estados Unidos, en el que los firmantes piden a otros países que se suscriban a esta declaración.
*Con información de AP y Europa Press