Durante las últimas horas, desde Islamabad, el Gobierno de Pakistán ha tomado una decisión que ha afectado directamente a 1,73 millones de refugiados afganos que han huido al territorio paquistaní por la toma del poder de los talibanes desde agosto de 2021, con la retirada de las tropas estadounidenses en Kabul.
El ministro del Interior de Pakistán, Sarfraz Bugti, declaró ante medios locales que “les hemos dado como fecha límite el 1 de noviembre” a los refugiados afganos para que abandonen el país con el fin de que no se sometan a una deportación en masa. De igual manera, Bugti ha aseverado que esta decisión se tomó para salvaguardar la seguridad nacional debido a que 14 de los 24 atentados suicidas con bombas en Pakistán fueron perpetrados por individuos afganos, citó Al Jazeera.
Pakistán no da su brazo a torcer
En medio de su declaración, el ministro Bugti afirmó que cerca de 1,73 millones de afganos, no cuentan con documentos legales para poder vivir en Pakistán. De hecho, Bugti indicó que en total hay 4,4 millones de afganos bajo la condición de refugiados en la nación islámica.
El jefe de la cartera del Interior paquistaní, aprovechó para asegurar que los ciudadanos afganos han traído inseguridad y terrorismo a Pakistán por medio de las olas de inmigración que se evidencian en la frontera, declarando que “No hay duda de que somos atacados desde dentro de Afganistán y que los ciudadanos afganos están involucrados en los ataques contra nosotros”, enfatizando en que tienen pruebas para sustentar las afirmaciones.
Según informes oficiales, Pakistán ha recibido la mayor ola de migrantes afganos luego de la invasión soviética al país asiática en 1979. Asimismo, la ONU ha estimado que 1,3 millones de afganos se encuentran registrados bajo el nombre de “refugiados” en territorio paquistaní y 800 mil más cuentan con estatus legales para permanecer en el territorio.
Por su parte, la Embajada afgana en Islamabad ha calificado como “acoso” las acciones que Pakistán ha puesto en marcha para atemorizar a los ciudadanos afganos que han encontrado refugio en la nación de la media luna blanca, declarando en su cuenta de X que “a pesar de las repetidas promesas de las autoridades paquistaníes, el arresto y el acoso de refugiados afganos por parte de la policía en Pakistán continúa”.
No obstante, las críticas no se detuvieron allí, ya que la Embajada de Afganistán aseveró que durante las últimas dos semanas se han detenido a más de 1000 afganos, a pesar de, por lo menos 500, tener el derecho legal de permanecer en Pakistán.
¿Orden apresurada?
El Gobierno de Pakistán ha sido claro en determinar que luego del 1 de noviembre, los organismos nacionales podrán deportar a los afganos indocumentados sin alguna consideración, tal como lo expresó el ministro del Interior: “Si no (se) van... entonces se utilizarán todas las agencias policiales de las provincias o del gobierno federal para deportarlos”. Sin embargo, no especificó como se realizarían estas operaciones. También se anunció una ofensiva contra los negocios y propiedades afganas en soberanía paquistaní.
Sin embargo, Bugti expresó que la nación islámica permitiría el ingreso a los afganos que cuenten con pasaportes y visados requeridos, poniendo fin a una práctica que permitía a los ciudadanos de Afganistán poder entrar a Pakistán contando solamente con su documento de identidad a través de las fronteras terrestres.
Esta nueva medida aumenta la preocupación de los afganos debido a que, dentro del país, se presenta una larga lista de espera para que los ciudadanos puedan obtener pasaportes, además del visado requerido para ingresar al Pakistán, cuyo trámite puede durar meses, en contraposición a la medida de Islamabad de la cual será una realidad en menos de un mes, sin opción de prórroga.