En abril de 2021, HRW causó revuelo al secundar la postura de varias oenegés palestinas e israelíes que habían decidido utilizar el término “apartheid” para designar la política de Israel hacia los palestinos y los árabes israelíes, descendientes de los palestinos que permanecieron en sus tierras tras la creación de ese Estado, en 1948.

“Las políticas crueles de segregación, de desposesión y de exclusión de Israel en esos territorios equivalen claramente a un apartheid”, declaró la secretaria general de Amnistía Internacional (AI), Agnès Callamard, durante una rueda de prensa en Jerusalén, poco después de que se publicara un informe sobre el tema.

“Vivan en Gaza, en Jerusalén Este, en el resto de Cisjordania o en Israel, a los palestinos se les trata como a un grupo racial inferior y sistemáticamente se les quitan sus derechos”, añadió. El ministro israelí de Relaciones Exteriores, Yair Lapid, rechazó firmemente las acusaciones de la oenegé y consideró que el informe “recoge las mentiras propagadas por las organizaciones terroristas”.

Estados Unidos, estrecho aliado del gobierno israelí, rechaza “la opinión de que las acciones de Israel constituyan apartheid”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price. Pero añadió que su país se toma “muy en serio todas las acusaciones de abusos de los derechos humanos”.

Israel ha rechazo tajantemente el informe de AI que critica el trato a los palestinos en el país. | Foto: AFP or licensors

“Mentiras”

“Los ciudadanos árabes de Israel no tendrán la misma experiencia de apartheid que los de Gaza, pero eso no significa que no haya un régimen de apartheid”, subrayó Callamard, cuya organización matizó, no obstante, que quiere evitar comparaciones con Sudáfrica.

El lunes, Lapid había reclamado a Amnistía Internacional que “retirara” su informe. “Amnistía solía ser una organización valiosa que todos respetábamos. Hoy es exactamente lo contrario”, dijo Lapid, acusando a la ONG de “no ser una organización de derechos humanos, sino una organización radical”.

“Israel no es perfecto, pero es una democracia ajustada al derecho internacional, abierta a la crítica”, añadió. “No me gusta decir que si Israel no fuera un Estado judío nadie en Amnistía se atrevería a atacarlo, pero no veo otra explicación”, enfatizó el ministro.

Durante la rueda de prensa, la responsable de AI también rechazó las acusaciones de que su organización “estigmatiza” a Israel, recordando que la oenegé publica regularmente informes sobre Irán, país archienemigo de Israel.

Los enfrentamientos entre palestinos e israelís han sido cada vez más frecuentes en los últimos años. | Foto: ©Anadolu Agency

Llamado a la ONU

La Autoridad Palestina, que gobierna en una parte de Cisjordania ocupada, elogió a AI por su trabajo “valiente y justo” en nombre del pueblo palestino. El movimiento islamista Hamás, que controla la Franja de Gaza y que tanto Estados Unidos como la Unión Europea consideran un grupo “terrorista”, aplaudió la “profesionalidad” de la oenegé.

El informe publicado este martes afirma que Israel considera a los palestinos como una “amenaza demográfica”. Según datos oficiales, en la actualidad, unos 6,8 millones de judíos y otros tantos árabes viven en Israel, Jerusalén, Cisjordania ocupada y la Franja de Gaza, un territorio sometido a un bloqueo israelí desde que Hamás llegó al poder, en 2007.

Callamard llegó la semana pasada a Jerusalén y desde entonces se ha reunido con gente tanto en Cisjordania como en Israel, pero no ha podido entrevistarse con ningún responsable israelí, pese a que presentó una solicitud “en octubre”.

Amnistía Internacional también investiga a Israel por delitos contra la humanidad.

En su informe, la oenegé exhorta al Consejo de Seguridad de la ONU a imponer un “embargo” a las ventas de armas a Israel, que en 2021 libró una guerra contra Hamás, y también pide que se ordenen “sanciones” contra los responsables israelíes “más implicados en el crimen de apartheid”.

Amnistía Internacional también insta a la Corte Penal Internacional (CPI), que el año pasado dirigió una investigación por “crímenes contra la humanidad” contra los palestinos, a “añadir el crimen de apartheid” a su caso. Por su parte, Israel está orquestando una campaña diplomática para convencer a los países occidentales de apoyarle frente a la CPI.

Pero, para AI, ha llegado el momento de que la comunidad internacional termine con el “cansancio” del conflicto israelo-palestino, señaló su secretaria general, en tanto el proceso político de paz sigue en punto muerto.

Con información de AFP.