El gobierno de Panamá lleva a cabo a partir de este martes conversaciones con los líderes de las manifestaciones. El encuentro se hará en la provincia de Coclé. ”Necesitamos todos juntos llegar a acuerdos y poder salir adelante”, les señaló a periodistas el Ombudsman panameño, Eduardo Leblanc, presente en las negociaciones.
Durante dos semanas, los panameños han manifestado su inconformidad con la inflación de los precios del combustible, los alimentos y las medicinas. Debido a las protestas, el gobierno de Laureantino Cortizo se vio obligado a rebajar y congelar el precio de la gasolina, que pasó de 5,17 dólares el galón (3,78 litros) a 3,95 desde el 15 de julio. Sin embargo, los manifestantes plantearon un precio de 3 dólares por galón, según afirmó Luis Sánches, vocero de las organizaciones populares.
El arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, facilitador del diálogo, confirmó la presencia de las partes en la mesa y pidió que se “construyan consensos en un clima de paz”, según informa AFP. El gobierno, “comprometido con el diálogo permanente dentro de la base del respeto para promover la paz social y el bien común, reitera su compromiso de participar de la mesa única de diálogo”, informó la presidencia en un comunicado.
“Yo siento que esto va a ser algo trascendental. No solamente para Panamá. Nosotros lo hemos visto en Colombia. Nosotros hemos visto a los mismos empresarios que nos llevan agua. Hay un sentimiento positivo del pueblo”, afirmó Luis Sánchez en entrevista para Otras Voces en Educación vía YouTube.
“Nosotros entregamos un pliego con tres puntos: el precio del combustible, el congelamiento de los precios de la canasta básica y el abastecimiento de medicamento en la caja del seguro social”, dijo el mismo líder.
La agencia de noticias AFP informa que la convocatoria a la mesa de negociación se realiza después de que el lunes las diferentes organizaciones convocantes de las protestas le pidieran al gobierno una nueva negociación con una sola mesa de diálogo.
La petición se produjo luego de que la Alianza Nacional del Pueblo Organizado (Anadepo), que aglutina a la mayoría de organizaciones convocantes de las protestas, rompiera un acuerdo que había firmado con el gobierno tan solo un día antes.
Datos de la misma agencia revelan que el descontento de los panameños se produce en un escenario con 4,2% de inflación interanual registrado en mayo, una tasa de desempleo en torno al 10% y un aumento en el precio del combustible que, desde inicios del 2022, llegó a ser del 47%.
La situación ha provocado desabastecimiento de combustible y alimentos en varios supermercados del país. En la provincia de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica, se produce la gran mayoría de las legumbres, hortalizas, papas y vegetales que se distribuyen en Panamá. Además, según gremios empresariales y comerciantes, las manifestaciones han generado desabastecimiento y pérdidas millonarias.
“Estamos mal, sin comida, no hay buses. Quería comprar arroz y no encontré y lo poquito que hay, lo están vendiendo caro, las legumbres están dañadas” aseguró Angélica Ruiz, quien reside en Pacora, al este de Ciudad de Panamá, y fue entrevistada por la agencia AFP.
“Le habíamos advertido al Ejecutivo que teníamos que consultar a las bases. [El acuerdo] se firmó bajo presión, pero las bases ya decidieron y yo me acojo a lo que deciden las bases. Mientras tanto no tenemos ningún tipo de acuerdo”, dijo Luis Sánchez, uno de los negociadores del pacto, al canal TVN-2, quien apareció ante cámaras rompiendo un papel.
Con información de AFP.