En la tarde del domingo 5 de noviembre, varios bañistas estaban en la icónica playa Leblon de Río de Janeiro y disfrutaban de la costa hasta que inesperadamente una ola gigante los arrastró, y causó pánico en todos los que estaban en el lugar.
Los hechos ocurrieron aproximadamente a las tres de la tarde hora Brasil, una de la tarde hora colombiana, y en los videos que circulan por redes sociales se puede observar como el mar inesperadamente arrastra con los bañistas y sus pertenencias.
Asimismo, se puede ver como las personas que estaban descansando y disfrutando de un día soleado terminan en el piso por el impacto de la ola
Además, Notife indicó que según relataron los que estaban en el lugar, la ola los tomó por sorpresa, y que algunas personas tuvieron que ser rescatadas por salvavidas y personas que ayudaron, mientras que otros lograros salir sin ayuda.
Entre tanto, la Agencia Brasil señaló que “según el Centro de Operaciones (COR) de la ciudad de Río de Janeiro, la Armada advierte sobre olas de hasta 3,5 metros, que podrían presentarse hasta última hora de la tarde de hoy”.
Asimismo, puntualizó que “el COR también advierte a los bañistas que eviten: bañarse en el mar en zonas de surf, circular por los carriles bici en estos lugares, practicar deportes en el mar y permanecer en miradores junto al mar durante los periodos de fuerte oleaje”.
ONU advierte sobre los riesgos del cambio climático para la salud
El cambio climático representa una amenaza para la salud a causa del aumento de los desastres meteorológicos y del calor extremo, indicó el pasado jueves la ONU, pidiendo mejores servicios de alerta para atenuar los efectos más nefastos.
Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de las Naciones Unidas, la información sobre clima no está lo suficientemente integrada en la planificación de los servicios de salud.
“El cambio climático amenaza anular décadas de progreso hacia una mejor salud y bienestar, principalmente en las comunidades más vulnerables”, advirtió la OMM.
El informe anual de la OMM sobre los servicios climáticos indica que se necesita información adaptada sobre esa área para apoyar al sector de la salud frente a unas condiciones meteorológicas cada vez más extremas, la mala calidad del aire, enfermedades infecciosas y la inseguridad alimentaria e hídrica.
La OMM señala que de todas las condiciones climáticas extremas, las fuertes olas de calor son la causa de mayor mortalidad, pero que sólo la mitad de los responsables de tomar decisiones sanitarias en los países afectados tienen acceso a servicios de alerta.
Entre 2000 y 2019, se calcula que unas 489.000 personas murieron cada año de media a causa del calor, según la OMM.
Menos de una cuarta parte de los ministerios de salud disponen de un sistema de vigilancia sanitaria basado en información meteorológica, para monitorear los riesgos para la salud relacionados con el clima.
Según el informe de la OMM, los países que cuentan con alertas limitadas tienen una mortalidad por desastres ocho veces mayor que los países con alertas completas.
El número de desastres de mediana o gran escala “deberá alcanzar 560 por año, o sea 1,5 por día, para 2030″, subrayó la agencia.
“La crisis climática es una crisis de salud, que entraña fenómenos meteorológicos más graves e impredecibles, alimenta epidemias y contribuye al aumento de las tasas de enfermedades no transmisibles”, declaró el jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
*Con información de AFP