Un hecho sorprendente ha llamado la atención de la opinión pública italiana: se descubrió que una mujer que estaba en transición para convertirse en hombre estaba embarazada de cinco meses, después de someterse a una mastectomía. Se hizo parte así de un selecto grupo llamado “padres caballitos de mar”.
El individuo, que había asumido el nombre masculino Marco, se encontraba en una etapa avanzada del proceso de cambio de sexo tras haberse extirpado los senos.
“Al descubrir el embarazo, lo primero que hay que hacer es suspender inmediatamente la terapia [hormonal]”, dijo la doctora Giulia Senofonte, endocrinóloga, a La República, el medio de comunicación que informó por primera vez.
La experta en terapia de género advirtió que el feto podría estar en riesgo. “Si la interrupción de la terapia no es inmediata, podría haber consecuencias, especialmente en el primer trimestre del embarazo, que es un momento importante para el desarrollo de los órganos del bebé”, dijo Senofonte.
Los niveles altos de hormonas masculinas y femeninas en el cuerpo de los padres conllevan un riesgo cardiológico, debido a posibles problemas de presión arterial y coagulación, dijo Senofonte, según el Times de Londres.
“La terapia hormonal bloquea el ciclo menstrual, pero no es un anticonceptivo. La persona puede seguir ovulando y, en consecuencia, corre riesgo de embarazo”, afirmó. “Las personas que atraviesan una transición suelen recomendar píldoras anticonceptivas que se pueden utilizar durante la terapia hormonal”, añadió el experto.
Marco, quien se espera que continúe con el embarazo, será la madre biológica del niño, pero estará registrado legalmente como padre, según La República.
Algunos expertos creen que los niveles altos de hormonas masculinas y femeninas en el cuerpo de una persona pueden representar un riesgo cardiológico, aumentando la posibilidad de sufrir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, aunque faltan investigaciones concluyentes sobre el tema.
Ahora se espera que Marco continúe con el embarazo y dé a luz al bebé. Según la ley italiana, el aborto después de 90 días solo está permitido si el embarazo pone en grave peligro la salud de la madre o si existen problemas importantes con el feto.
“La persona puede seguir ovulando y, en consecuencia, correr el riesgo de quedar embarazada. Los expertos que supervisan estas transiciones normalmente recomiendan píldoras anticonceptivas que se pueden tomar durante la terapia”, dijo la doctora.
El presidente de Pro Vita e Famiglia, una fundación católica conservadora, dijo que esperaba que Marco decidiera suspender su terapia de forma permanente.
“La teoría de la fluidez de género es una locura total”, dijo Toni Brandi. “Es contra la ciencia y contra la naturaleza. Este caso es un desafío para las teorías de género porque muestra que una mujer es una mujer”.