El Vaticano anunció en las últimas horas la renuncia de un obispo polaco, responsable de una diócesis en el sur de Polonia donde un sacerdote había organizado una orgía. “El Santo Padre ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la Diócesis de Sosnowiec (Polonia) presentada por Su Excelencia el Obispo Grzegorz Kaszak”, indicó un comunicado del Vaticano sin dar una razón para la decisión.
En septiembre, en la ciudad de Dabrowa Gornicza, en la diócesis de Sosnowiec, un sacerdote organizó una orgía en su parroquia invitando a un prostituto. El caso salió a la luz porque el invitado perdió el conocimiento y fue necesario llamar a asistencia médica.
“El padre Tomasz Z y otros dos laicos han cometido una violación muy grave de las normas morales, que la Iglesia no tolera y condena enérgicamente. El incidente se ha convertido en motivo de gran escándalo para los fieles y de justificada indignación pública”, indicó luego la web oficial de la diócesis. Los medios de Polonia, un país de tradición católica, citaron otros dos escándalos anteriores en la misma diócesis.
En el primer caso, el director de un seminario local fue supuestamente sorprendido cuando estaba teniendo relaciones sexuales en un club gay. En el otro incidente, un sacerdote de 46 años mató presuntamente a un diácono 20 años menor que él antes de arrojarse debajo de un tren.
En marzo de 2023, se encontró el cadáver de un diácono de 26 años con heridas que sugerían homicidio. Los fiscales locales dijeron que lo había matado un sacerdote de 40 años que luego se suicidó. Los fiscales dijeron que los dos habían estado en una relación conflictiva durante algún tiempo y que el sacerdote había enviado mensajes amenazantes al diácono, informó PAP.
En una declaración el martes, Kaszak dijo que le había pedido al Papa que le permitiera dimitir en una carta del 29 de septiembre. Agradeció a los sacerdotes y monjas de su diócesis y pidió “a todos que perdonen mis limitaciones humanas”.
Kaszak fue nombrado obispo en 2009 por el entonces Papa Benedicto XVI, después de haber servido brevemente como el número dos en la oficina familiar del Vaticano.
La diócesis, que identificó al sacerdote involucrado en la supuesta orgía como el P. Tomasz Z., ha corroborado en gran medida los informes de los medios, diciendo que una comisión de investigación externa concluyó que cometió “una violación muy grave de las normas morales”, así como de sus obligaciones como sacerdote.
Kaszak despidió al sacerdote de todas sus funciones el 21 de septiembre e inició un juicio canónico interno, cuyo resultado podría resultar en la expulsión del sacerdocio o laicización, según un comunicado en el sitio web diocesano.
El sacerdote no ha sido acusado por la fiscalía polaca. Los medios polacos citaron una declaración que emitió poco después de que estallara el escándalo, negando que hubiera impedido que los paramédicos accedieran a su apartamento y cuestionando la definición de “orgía”.
“Lo percibo como un ataque evidente a la Iglesia, incluidos el clero y los fieles, con el fin de humillar su posición, sus tareas y su misión”, citó el sacerdote en una declaración enviada por correo electrónico al diario Gazeta Wyborcza.
La Iglesia católica polaca se ve sacudida desde hace varios años por acusaciones de abusos sexuales a menores que involucran al clero, escándalos que han provocado la dimisión forzosa de varios obispos y han empañado la reputación de la Iglesia en la patria de San Juan Pablo II, según KTLA.
El papa denuncia la desinformación
El papa Francisco se mostró este sábado preocupado ante la posibilidad de que la “desinformación” y las noticias falsas, que considera como el “primer pecado del periodismo”, busquen influir en la opinión pública.
“La desinformación es el primer pecado, el primer error -digámoslo así- del periodismo”, afirmó el pontífice, durante un acto celebrado en el Vaticano para la entrega de un premio de periodismo a reporteros italianos.
“La desinformación es uno de los pecados del periodismo, que son cuatro: la desinformación, cuando un periodista no informa o informa mal; la calumnia (que a veces se usa); la difamación, que es diferente de la calumnia pero destruye; y el cuarto es (...) el amor al escándalo”, dijo el Papa, citado en un comunicado del Vaticano.
El pontífice argentino insistió en que “las manipulaciones” que más le preocupan son las que buscan “orientar la opinión pública”. Francisco, de 86 años, hizo un llamado a la “responsabilidad” en momentos en que “Europa atraviesa una situación dramática, con la guerra en Ucrania que continúa”.
Con información de AFP y Europa Press*