El papa Francisco dijo este domingo que está "muy afligido" por la reconversión de la antigua basílica de Santa Sofía de Estambul en mezquita por decisión del presidente turco, al término de la oración del Ángelus. "Mi pensamiento va a Estambul. Pienso en Santa Sofía. Estoy muy afligido", dijo brevemente el papa, fuera del discurso previsto. Estas palabras del papa son el primer comentario del Vaticano sobre la decisión turca. El Osservatore Romano, el diario del Vaticano, había informado la víspera de los hechos, citando las principales reacciones internacionales, pero no había emitido comentarios.

Santa Sofía, construida en el siglo VI por los bizantinos que coronaban allí a sus emperadores, está declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad y es una de las principales atracciones turísticas de Estambul, con unos 3,8 millones de visitantes en 2019. Convertida en mezquita tras la toma de Constantinopla por los otomanos en 1453, fue transformada en museo en 1934 por el dirigente de la joven República turca, Mustafa Kemal Atatürk, que deseaba "ofrecerla a la humanidad". Varios países, sobre todo Rusia y Grecia, que siguen de cerca la evolución de patrimonio bizantino en Turquía, así como Estados Unidos y Francia, criticaron la transformación de la antigua basílica en lugar de culto musulmán. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que promueve esta medida desde hace años, rechazó estas condenas internacionales, argumentando que se trata de "derechos soberanos" de su país. La decisión turca de transformar en mezquita a la ex basílica Santa Sofía, importante lugar para la iglesia ortodoxa, es vivida como una "provocación" en Grecia y puede tensar aún más las relaciones entre ambos países, subrayan responsables griegos y analistas. "Esta nueva provocación de Turquía, que se dirige no solo a Grecia sino a Occidente, afecta aún más las relaciones" entre los dos países, afirmó a la AFP Konstantinos Filis, director del Instituto griego de relaciones internacionales.

El Consejo de Estado, más alta jurisdicción administrativa turca, revocó el viernes una medida de 1934 que confiere a Santa Sofía el estatuto de museo. Poco después, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan anunció que la ex-basílica bizantina sería abierta para las oraciones musulmanas como mezquita el viernes 24 de julio. El primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis condenó "con la mayor firmeza" la decisión turca. Además de "su impacto en las relaciones greco-turcas", la decisión "afecta las relaciones de Turquía con la Unión Europea (UE), la Unesco, y la comunidad mundial", señaló. Lina Mendoni, ministra griega de Cultura, calificó la decisión turca de "provocación al mundo civilizado". El domingo, el jefe de la iglesia ortodoxa griega, Monseñor Ieronymos, denunció "la instrumentación de la religión para fines partidistas o geopolíticos".