El papa Francisco, quien permanece internado desde este miércoles 29 de marzo por una infección respiratoria, pasó “una buena noche” en el hospital Gemelli de Roma, tras la alerta generada por su estado de salud. Las próximas citas del jefe de la Iglesia católica fueron anuladas, y la Santa Sede indicó que seguirá hospitalizado “varios días” para recibir tratamiento.
El pontífice argentino pasó una noche “tranquila” y el personal que lo atiende es “muy optimista”, indicó este jueves la agencia italiana de noticias ANSA, que refiere a fuentes hospitalarias. El anuncio de su inesperada hospitalización suscitó fuertes interrogantes sobre el estado real de salud del primer papa latinoamericano de la historia.
Después de asegurar de que se trataba de “controles programados”, el portavoz del Vaticano finalmente anunció, tras varias horas de silencio, que el sumo pontífice padecía una “infección respiratoria”.
Estará ingresado “varios días”
“En los últimos días se quejaba de dificultades respiratorias, por lo que tuvo que someterse a controles médicos en la jornada”, explicó en una nota el director de la oficina de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.
Los controles médicos “pusieron de manifiesto una infección respiratoria” y aunque no se confirmó covid-19, “va a requerir varios días de un adecuado tratamiento médico hospitalario”, precisó. Según fuentes del hospital, es probable que el pontífice pueda presidir la misa del Domingo de Ramos en el Vaticano, “salvo imprevistos”.
Francisco tiene en su agenda un viaje a Hungría para finales del próximo mes, a la ciudad de Budapest (capital), para asistir a la clausura de un Encuentro Eucarístico Internacional.
¿Está la posibilidad de renuncia?
La hospitalización sorprendió a la opinión pública, principalmente porque Jorge Bergoglio participó con total normalidad a la tradicional audiencia general en la Plaza de San Pedro, durante la cual se le vio sonriente, saludando a los fieles desde su “papamóvil”.
“Papa: el gran miedo”, tituló este jueves el diario La Stampa, que describe esos momentos de temor después de que señalara “un fuerte dolor en el pecho”, por lo que sus asistentes decidieron llamar de manera urgente a una ambulancia y fue internado inmediatamente.
Francisco, que se moviliza en silla de ruedas desde mayo de 2022 debido a la artritis en una rodilla, fue operado de colon en julio del 2021 en ese mismo hospital de Roma, donde permaneció diez días. Ante los periodistas que suelen acompañarlo en sus viajes, Francisco contó que esa intervención le dejó “secuelas” por la anestesia y que por ello descartó someterse de nuevo a una operación en la rodilla.
Los problemas médicos lo obligaron a cancelar varias audiencias el año pasado y posponer un viaje a África, lo que suscitó dudas sobre una posible renuncia. En varias entrevistas durante los últimos meses, el papa ha hablado de la posibilidad de apartarse del cargo, tal como lo hizo en 2013 su predecesor, Benedicto XVI, fallecido a finales de 2022.
“Es verdad que escribí mi dimisión dos meses después de mi elección (...). Lo hice por si tengo algún problema de salud que me impida ejercer mi ministerio”, contó Francisco, aunque aclaró sucesivamente que aún no había pensado en renunciar.
Hace un mes volvió a hablar del tema para aclarar que la dimisión de un papa “no debería convertirse en una moda” y recalcó que esa idea “no estaba en su agenda por el momento”. El pontífice es atendido constantemente por un equipo de médicos y enfermeros, tanto en el Vaticano como durante sus viajes al exterior.
Una medida más que necesaria debido a su edad y a su historia clínica, ya que a los 21 años estuvo a punto de morir por una pleuresía y sufrió una ablación parcial de uno de sus pulmones.
*Con información de AFP.