El papa Francisco en medio de su discurso de este sábado en la sesión plenaria de la Pontificia Academia de las Ciencias, alertó a la comunidad internacional, al afirmar que aún se debe seguir rezando por el peligro que existe de una posible guerra atómica.
El pontífice de 85 años, a quien los médicos han recomendado bajar el ritmo tras sus problemas de rodilla, hizo un llamado a la comunidad científica del mundo, afirmando que “es necesario movilizar todos los conocimientos basados en la ciencia y la experiencia para superar la miseria, la pobreza, la nueva esclavitud y para evitar las guerras”.
Y los instó a rechazar algunas investigaciones, “inevitablemente destinadas, en circunstancias históricas concretas, a un final de muerte. Los científicos de todo el mundo pueden unirse en una voluntad común de desarmar la ciencia y formar una fuerza de paz”.
Asimismo, mencionó los “numerosos conflictos armados en curso que preocupan seriamente. Dije que era una tercera guerra mundial ‘a pedazos’, hoy quizás podemos decir ‘total’ y los riesgos para las personas y el planeta son cada vez mayores”.
“En nombre de Dios, que creó a todos los seres humanos para un destino común de felicidad, estamos llamados hoy a dar testimonio de nuestra esencia fraterna de libertad, justicia, diálogo, encuentro recíproco, amor y paz, evitando alimentar odio, resentimiento, división, violencia y guerra”, expresó el sumo pontífice.
Y añadió: “En nombre del Dios que nos dio el planeta para salvaguardarlo y desarrollarlo, hoy estamos llamados a la conversión ecológica para salvar la casa común y nuestras vidas junto con las de las generaciones futuras, en lugar de aumentar la desigualdad, la explotación y la destrucción”, conforme registró Vatician News.
De igual manera, el papa Francisco, dijo que los logros científicos de este siglo “deben estar siempre orientados por las exigencias de la fraternidad, de la justicia y de la paz, contribuyendo a resolver los grandes desafíos que la humanidad y su hábitat tienen que enfrentar”.
Mientras que mencionó que “el trabajo forzado, la prostitución y el tráfico de órganos son “crímenes contra la humanidad, que van de la mano con la pobreza, también se dan en los países desarrollados, en nuestras ciudades. ¡El cuerpo humano nunca puede ser, ni en parte, ni en su totalidad, objeto de comercio!”.
Además, el eclesiástico, dice que la Iglesia comparte y promueve la pasión por la investigación científica como expresión del amor a la verdad, por el conocimiento del mundo, del macrocosmos y del microcosmos, de la vida en la estupenda sinfonía de sus formas. En la base se encuentra una actitud contemplativa. Existe la tarea, añade finalmente Francisco, de “custodiar la creación”.
El papa viajará a Kazajistán la próxima semana para una visita de tres días que estará probablemente dominada por las tensiones en Asia Central después de la invasión rusa de Ucrania; acudirá a una cumbre interreligiosa en la capital kazaja, Nursultán, del 13 al 15 de septiembre. Un centenar de delegaciones de 50 países participarán en este evento en dicho país, situado justo al sur de Rusia, que se independizó en 1991 durante el colapso de la Unión Soviética.
El autoritario presidente Kassym Jomart Tokayev, de 69 años, es aliado de Moscú, aunque desde la guerra en Ucrania han emergido tensiones entre ambos países. Tokayev ha evitado respaldar la invasión. Y la presencia de una amplia comunidad rusa en el norte de Kazajistán hace temer un resurgimiento de las ambiciones imperiales de Moscú en esa zona.
*Con información de AFP.