El papa Francisco envió este sábado un mensaje de condolencias a la reina Isabel II por la muerte de su esposo, el príncipe Felipe, quien falleció el viernes, y de quien resaltó además su dedicación “al matrimonio y la familia”.
El papa hizo énfasis en “la dedicación del príncipe Felipe al matrimonio y a la familia, su eminente historia de servicio público y su compromiso por la educación y el progreso de las generaciones futuras”.
“Para usted y sobre todos los que lloran la muerte en la esperanza cierta de la Resurrección, invoco las bendiciones del Señor de consuelo y paz”, agregó Francisco dirigiéndose a Isabel II, de acuerdo con la AFP.
Durante más de un mes, el duque de Edimburgo, Felipe, marido de la reina Isabel II, estuvo hospitalizado por varias complicaciones en su estado de salud, lo que a sus 99 años había hecho temer por su vida, y ahora la noticia de su muerte ha sacudido a la monarquía británica.
La información fue confirmada desde el palacio de Buckingham a través de un comunicado en el que lamenta la partida del esposo de la reina.
“Es con profundo pesar que su majestad la reina anuncia la muerte de su amado esposo, su alteza real el príncipe Felipe, duque de Edimburgo. Su alteza real falleció pacíficamente esta mañana en el castillo de Windsor. Se harán más anuncios a su debido tiempo”, se lee en el comunicado del palacio.
Asimismo, señala que, “la familia real se une a personas de todo el mundo para lamentar su pérdida”.
Desde hace varios meses, el duque de Edimburgo fue trasladado a diferentes hospitales para someterse a exámenes cardíacos y en un momento el palacio de Buckingham tuvo que salir a aclarar las especulaciones de que su hospitalización se debía a una relación con el coronavirus, pero no había sido así.
“El duque de Edimburgo ha sido trasladado hoy del hospital King Edward VII al hospital St Bartholomew, donde los médicos seguirán tratándose por una infección, además de realizarle pruebas y observaciones por trastornos cardíacos preexistentes”, precisó en su momento el palacio de Buckingham en un comunicado, demostrando un tono de tranquilidad frente a la salud del esposo de la reina, a pesar de que muchos de la familia real estaban preocupados, pues el príncipe ya tenía un poco más de 99 años de edad.
A principios del mes pasado, el duque fue sometido a una cirugía “para tratar una enfermedad cardiaca preexistente” y solo guardaba reposo en una exclusiva habitación en el centro médico público de St Bartholomew. Ese mismo día, la nuera del consorte, Camila, esposa del príncipe Carlos, heredero del trono británico, había dicho a los periodistas que el estado de salud de Felipe, que en junio habría cumplido 100 años, estaba “mejorando ligeramente”.
Felipe, el gran amor de la reina Isabel
Casado desde el 20 de noviembre de 1947 con Isabel II, cinco años más joven que él y soberana desde 1952, el príncipe Felipe batió en 2009 el récord de longevidad de todos los cónyuges de los monarcas británicos.
Tras haber participado en más de 22.000 compromisos públicos oficiales desde la coronación de su esposa, el duque anunció el retiro de la vida pública en agosto de 2017. Incluso cuando la familia real se reunió para discutir esa decisión, los medios ingleses esperaban que se confirmara una especulación que había tomado fuerza para ese entonces y era que el duque de Edimburgo había fallecido a los 95 años y por ese motivo la familia real había convocado una reunión de urgencia, pero simplemente fue para anunciar que el esposo de la reina Isabel se retiraba de la vida pública.
“El príncipe Felipe atenderá los compromisos previamente acordados entre ahora y agosto, tanto individualmente como acompañando a la reina. Luego, el duque no aceptará nuevas invitaciones”, aunque “podría elegir participar en ciertos actos públicos de vez en cuando”, anunciaron en un comunicado en ese momento.
Desde entonces fue hospitalizado varias veces por “problemas de salud preexistentes”.
En enero de 2019 sufrió un accidente de tráfico cuando su Land Rover chocó con otro vehículo en un camino cerca de la finca real de Sandringham y volcó. Felipe salió ileso, pero se vio obligado a dejar de conducir.
Debido a la pandemia de coronavirus, pasó el último año confinado en el palacio de Windsor con la reina, excepto una estancia de verano que la pareja real pasó en su castillo escocés de Balmoral.
Isabel y Felipe celebraron sus bodas de platino en noviembre de 2017 en el castillo de Windsor, a unos 30 kilómetros al oeste de Londres, una ceremonia que demostró que Felipe había sido el gran amor de la reina y que siguió todos sus pasos por varios años.