En el marco de la visita que adelanta esta semana el papa Francisco por Hungría, el pontífice elevó un llamado especial a ese país, refiriéndose a la grave crisis de migrantes que vive el mundo, ya sea por cuestiones económicas; como en el caso de las diáspora africana, y de algunos casos en Sudamérica, o por razones de seguridad, huyendo de la guerra, como en el caso de Ucrania, Siria, entre otros.

El llamado de Francisco a la solidaridad y a abrir puertas para acoger a los migrantes, fue realizado en el marco de una homilía ofrecida en un espacio al aire libre en la ciudad de Budapest, con la participación de decenas de miles de creyentes.

Durante la ceremonia eucarística que marcó el tercer y último día de su visita a Hungría, Francisco dijo “por favor, ¡abramos las puertas!”, refiriéndose a las necesidades de millones de migrantes en el mundo que hoy en día buscan un lugar seguro, un mensaje que también llegó al presidente de ese país, Viktor Orbán, quien hizo presencia en el lugar, y quien se ha caracterizado por su posición férrea frente a los temas migratorios.

En su enseñanza, Franciso instó a derrumbar las situaciones de egoísmo afirmando que “es triste y hace daño ver puertas cerradas: hacia quien camina con nosotros cada día (...), las puertas cerradas de nuestra indiferencia ante quien está sumido en el sufrimiento y en la pobreza”.

Este pronunciamiento hizo parte de lo que medios internacionales han calificado como un ‘discurso crítico’ a las políticas del presidente de ese país, el cual ha sido una constante en los pronunciamientos públicos de Francisco durante su actual visita a ese país.

En ese mismo sentido, durante la jornada anterior, Francisco sostuvo un encuentro con un grupo de refugiados ucranianos, en un espacio en el que su discurso se orientó, además de la solidaridad con el sufrimiento de ese pueblo por cuenta de la guerra, en la necesidad de que el mundo “erradique la indiferencia”.

En ese Hungría, el presidente, de corte conservador, ha defendido su posición de ‘intolerancia’ a los flujos migratorios, amparándose incluso en el discurso de ‘defensa del cristianismo’, cerrándose a la llegada de personas que eventualmente practiquen o profesen otra religión.

Frente al particular, durante su homilía de este domingo, en medio de la plaza Kossuth Lajos en Budapest, y ante cerca de 50.000 personas, en medio de un amplio dispositivo de seguridad, el papa abogó por vivir los verdaderos valores cristianos, refiriendo las enseñanzas de Jesús frente al extender la mano al necesitado, y el compartir el pan como muestra de amor al prójimo.

En declaraciones recogidas por medios internacionales, como la Agencia AFP, varios de los fieles que se congregaron en el referido espacio abierto, exaltaron las virtudes y enseñanzas del discurso del máximo jerarca del catolicismo, pero lamentaron que estas, sobre todo las orientadas a la solidaridad con los refugiados, no coincidan con la realidad que practican muchas organizaciones y gobiernos en la región, refiriendo la importancia de que se hagan primar los valores cristianos sobre los intereses mezquinos propios de la política.

Precisamente, el tema de la guerra en Ucrania ha sido una de las constantes en los discursos del papa durante su visita a Hungría, más aún, siendo este un país que comparte fronteras físicas con el país invadido.

Esta visita de Francisco a Hungría ha revestido especial importancia, en tanto es la segunda en menos de dos años, lo que refiere la existencia de un especial interés del Vaticano porque su mensaje sea escuchado allí.

En su intervención, Francisco llamó a la paz, y denunció los peligros de los nacionalismos en medio de un contexto que calificó de “infantilismos belicosos”.

Sobre la cifras de migrantes o refugiados que ha suscitado dicho conflicto, se calcula que más de dos millones de ellos han transitado a través de Hungría, aunque solo 35.00 habrían optado por quedarse en ese país, de acuerdo con datos del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), citados por AFP.

Frente a ello, expertos han explicado que parte de la reticencia o falta de atractivo de Hungría para los migrantes ucranianos, se deriva de la ´posición del presidente Orbán, quien ha tomado una postura ambigua, al manifestar descontento por la reacción que ha tenido el resto del mundo, particularmente la UE, al afirmar que esta ha desatado una “guerra indirecta” contra Rusia.

Pese a que el discurso del papa va en contravía de parte de las realidades y postulados del presidente local, este ha calificado la visita de Francisco como una éxito diplomático, alentando su mensaje de paz.

Este domingo, el papa se embarcó en un avión de regreso a Roma pasadas las 6:00 p.m hora local, luego de una gira que también contempló una reunión con el alcalde de la ciudad de Budapest, Gergely Karácsony, quien se declara opositor al gobierno nacional.

Así también lo hizo con el metropolita Hilarión, alto representante de la iglesia Ortodoxa que manejaba las relaciones exteriores de la institución, y que fue despojado de su envergadura debido a la posición manifiesta que este tomó al criticar la guerra en Ucrania.

Con información de AFP.