Este jueves el papa Francisco no pudo leer el discurso que tenía preparado para decir ante los miembros de la Roaco (Reunión de las Obras de Ayuda de las Iglesias Orientales), por lo que tuvo que presentar excusas debido a que todavía está “bajo los efectos de la anestesia” y le cuesta respirar.
“Estoy todavía bajo los efectos de la anestesia y la respiración no es buena”, aseguró el Papa, improvisando sus palabras tras pedir al prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, Claudio Gugerotti, que entregase a los presentes el texto escrito, según ha informado el diario italiano La Reppublica.
Francisco salió el pasado viernes del hospital Gemelli donde estuvo ingresado para someterse a una operación de una hernia producida por una cicatriz de una intervención anterior. El cirujano que le operó, Sergio Alfieri, aseguró que a partir de ahora el pontífice podrá llevar a cabo todos sus compromisos “con más fuerza que antes”.
Además, le recomendó que, aunque no tenga que estar “postrado en la cama”, sea “cuidadoso con sus esfuerzos”. De hecho, por consejo médico, el papa no presidió este miércoles la tradicional audiencia general en la que pronuncia una catequesis ante los fieles.
Está previsto que el papa viaje a Lisboa del 2 al 6 de agosto para participar en la Jornada Mundial de la Juventud y, a finales de agosto, a Mongolia. Para el médico, si hace una “convalecencia cuidadosa”, podrá realizar estos viajes en “mejores condiciones” que las que tenía cuando los “había planeado” y sufría, como ha informado el Vaticano, fuertes dolores abdominales.
“Cuando los procesos de curación terminen, estará mejor. Y, por lo tanto, para mí él puede hacer absolutamente los viajes. Luego, con sus colaboradores durante este mes y medio tratará de equilibrar los compromisos entre los inaplazables y los más onerosos”, incidió Alfieri.
El equipo médico del papa le aconseja al menos un mes de convalecencia “para aliviar un poco sus músculos abdominales, para que se curen bien y pueda reanudar todos sus compromisos”, según subrayó el cirujano.
Presidente de Brasil se reúne con el papa
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se reunió el miércoles 21 de junio en el Vaticano con el papa Francisco, quien le alertó de la fragilidad de la paz, la víspera de una cumbre en París para un nuevo pacto financiero mundial.
El mandatario izquierdista brasileño, de 77 años, llegó el pasado martes a Italia, para una gira que incluirá también una visita a Francia, donde se reunirá con su homólogo Emmanuel Macron para discutir, entre otros, del acuerdo Mercosur-Unión Europea (UE).
En el Vaticano, Lula, quien asumió en enero un tercer mandato al frente de la potencia suramericana, se reunió durante casi una hora con el pontífice argentino, al que regaló un grabado del artista brasileño J. F. Borges.
Ambos intercambiaron puntos de vista sobre “la situación sociopolítica de la región” y discutieron de “la promoción de la paz (...), la lucha contra la pobreza y las desigualdades, el respeto de las poblaciones indígenas y la protección del medioambiente”, según un comunicado.
“Estamos en tiempos de guerra y la paz es muy frágil”, le aseguró Francisco a Lula, según un video difundido en la cuenta de Twitter del mandatario brasileño. Luego, el papa le entregó un bajorrelieve de bronce.
Lula, acompañado por la primera dama Rosángela ‘Janja’ da Silva, se reunió también con el presidente italiano, Sergio Mattarella, y con la primera ministra ultraderechista, Giorgia Meloni.
El jefe de Estado proseguirá su viaje hacia París, donde asistirá el jueves y el viernes a la cumbre sobre un nuevo pacto financiero mundial, que busca reformar la arquitectura de las finanzas globales para responder mejor a los desafíos del cambio climático.
En una entrevista transmitida el lunes por la emisora pública TV Brasil, el dirigente brasileño afirmó que aprovechará un encuentro con Macron para “discutir el endurecimiento del acuerdo Mercosur-Unión Europea (UE) aprobado por el Parlamento francés”.
*Con información de Europa Press y AFP.