En medio del ambiente casi que apocalíptico, con el que el mundo recibió la posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, la voz del papa Francisco apareció con un llamado a la prudencia. Conoce todo cuanto se ha dicho del magnate norteamericano pero prefiere mantener la calma y esperar. Ni asustarse ni alegrarse, pues para el Pontífice sería la mayor imprudencia. El mismo día en que millones de personas en el mundo han marchado contra la era Trump, el máximo jerarca de la Iglesia Católica aconseja ver qué pasa.En una entrevista al periodista Antonio Caño, director del diario El País de España, y publicada este sábado, el papa se refirió de esa forma a la tensión en torno al gobierno de Trump. Lo hizo en plena posesión del mandatario norteamericano, pues a la misma hora se produjo la entrevista.“No me gusta anticiparme a los acontecimientos ni juzgar a las personas antes. Veremos qué hace Trump. Y ahí tomaré mi opinión. Pero asustarme o alegrarme por lo que pueda suceder, en eso creo que podemos caer en una gran imprudencia. En ser profetas o de calamidades o de bienestares que no se van a dar, ni una ni otra. Se verá. Veremos lo que hace y ahí se evalúa. Siempre lo concreto. El cristianismo, o es concreto o no es cristianismo. Es curioso: la primera herejía de la Iglesia fue apenas muerto Cristo. La herejía de los gnósticos, que el apóstol Juan la condena. Y era la religiosidad de spray, de lo no concreto. Sí, yo, sí, la espiritualidad, la ley… pero todo spray. No, no. Cosas concretas. Y de lo concreto sacamos las consecuencias. Nosotros perdemos mucho el sentido de lo concreto. A mí me decía el otro día un pensador que este mundo está tan desordenado que le falta un punto fijo. Y es precisamente lo concreto lo que te da los puntos fijos. Qué hiciste, qué decidiste, cómo te movés. Por eso yo frente a eso espero y veo”.Cuando el director de El País le consultó si no le preocupaba todo lo que se ha escuchado sobre Trump, reiteró su postura. “Espero. Dios me esperó a mí tanto tiempo, con todos mis pecados…”.Sin embargo, el Pontífice sí advierte del peligro de liderazgos populistas que capitalicen los temores de los ciudadanos en épocas de crisis, a propósito del fenómeno Trump.“Alemania destrozada, busca levantarse, busca su identidad, busca un líder, alguien que le devuelva la identidad y hay un muchachito que se llama Adolf Hitler y dice “yo puedo, yo puedo”. Y toda Alemania vota a Hitler. Hitler no robó el poder, fue votado por su pueblo, y después destruyó a su pueblo. Ese es el peligro. En momentos de crisis, no funciona el discernimiento y para mí es una referencia continua. Busquemos un salvador que nos devuelva la identidad y defendámonos con muros, con alambres, con lo que sea, de los otros pueblos que nos puedan quitar la identidad. Y eso es muy grave”.En la entrevista, el papa también respondió interrogantes se refirió a los pecados de la Iglesia, a la crisis de los inmigrantes: “que el Mediterráneo se haya convertido en un cementerio nos tiene que hacer pensar”.