Este sábado 19 de marzo el papa Francisco realizó una visita a los niños provenientes de Ucrania que lograron escapar de la invasión rusa, misma que inició el pasado 24 de febrero, y que son atendidos en el hospital pediátrico del Vaticano en Roma.
En este sentido, en las instalaciones del hospital Bambino Gesu actualmente atiende a 19 menores refugiados, sin embargo, se ha informado que desde que inició el conflicto se han atendido allí a unos 50 niños.
De acuerdo con la información del Vaticano, algunos de estos menores huyeron antes de iniciar la guerra y llegaron allí con episodios oncológicos, neurológicos y demás padecimientos. Otros sí lo hicieron luego de iniciarse el conflicto con Rusia.
El papa Francisco, según lo comunicó el Vaticano, recorrió los cortos pasillos de este pabellón donde se encuentran los niños refugiados. Allí, se reunió con cada uno de los pacientes en sus respectivas habitaciones.
Por otra parte, el papa pidió oraciones para que los gobernantes “no dejen de intentarlo todo para frenar la guerra y abrir un diálogo constructivo”.
El papa Francisco instó a los gobernantes a intentarlo todo para abrir un “diálogo constructivo” que ponga fin “a la tragedia humanitaria” en Ucrania y advirtió que la humanidad “está amenazada por un abuso perverso de poder”.
“Una vez más la humanidad está amenazada por un abuso perverso del poder y por los intereses de parte, que condenan a la gente indefensa a sufrir toda forma de brutal violencia”, dijo el papa en su mensaje con ocasión de la tercera edición de las Jornadas Sociales Católicas Europeas, que tiene lugar en Bratislava (Eslovaquia) del 17 al 20 de marzo.
El evento está organizado por la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (Comece), el Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) y el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
El papa reiteró su preferencia por la vía diplomática y pidió oraciones para que los gobernantes “no dejen de intentarlo todo para frenar la guerra y abrir un diálogo constructivo para poner fin a la enorme tragedia humanitaria que está causando”.
Francisco señaló que las escenas bélicas de Ucrania “recuerdan a los grandes conflictos del siglo pasado”. “La tragedia de la guerra que se está consumando en el corazón de Europa nos deja atónitos”, manifestó.
Además, agradeció a las conferencias episcopales de los países que hacen frontera con Ucrania su “respuesta unánime” en ayudar a esa población, “garantizando la ayuda material, la acogida y la hospitalidad”.
“El grito angustioso de nuestros hermanos ucranianos nos empuja como comunidad de creyentes no solo a una seria reflexión, sino también a llorar con ellos y a hacer algo por ellos; a compartir la angustia de un pueblo herido en su identidad, en su historia y en su tradición. La sangre y las lágrimas de los niños, el sufrimiento de las mujeres y los hombres que están defendiendo su tierra o escapando de las bombas que golpean nuestra conciencia”, subrayó.
Por otro lado, instó a Europa a llevar a cabo una reacción “opuesta” a la guerra. Si bien no se refirió directamente a la decisión de los países europeos a aumentar el gasto militar, sí invitó a refundar “una arquitectura de paz a nivel global, donde la casa europea, nacida para garantizar la paz después de las guerras mundiales, tenga un rol primario”. Por último, señaló que los cristianos no pueden “quedarse de manos cruzadas”.
*Con información de AFP.
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