La luna se está alejando de la Tierra, esa es la conclusión al que llegaron un grupo de expertos astrólogos, quienes decidieron corroborar algunas hipótesis surgidas décadas atrás en medio de las misiones espaciales, y sobre lo cual también existen algunas hipótesis planteadas incluso hace cerca de 300 años por parte de expertos que fundamentaban sus afirmaciones en el estudio de los eclipses.
Según refieren expertos, si bien actualmente la Luna, el único satélite natural de nuestro planeta, se ubica a aproximadamente 385.000 kilómetros del planeta, no siempre fue, ni lo seguirá siendo así.
La anterior es una conclusión a la que han llegado los expertos, quienes, basados en la observación y el contraste de pruebas, han logrado determinar que ese cuerpo celeste se separa de la tierra cerca de 3,8 cm por año, refiriendo que hace 4.500 millones de años, cuando se estima que esta se formó, la Luna se ubicaba 16 veces más cerca de nuestro planeta, no obstante, esta se aleja en un proceso continuo que también genera consecuencias para el planeta, aunque estos sean imperceptibles.
Según refieren medios internacionales, actualmente existen sistemas implementados por la Nasa, que han permitido la medición exacta de la distancia entre la Tierra y la Luna, a través de sistemas instalados años atrás, a finales de los años 60 y comienzo de los 70, los cuales han permitido, a través de sistemas de refracción, lograr medir dicha distancia.
Precisamente, dichos sistemas, han permitido que la medición del alejamiento lograra cifrarse en el estimado, esto empleando un sistema de rayos laser, que rebotan sobre un sistema de espejos colocados en la Luna.
Según explicaron los expertos, en una teoría retomada por medios internacionales, dicha separación entre los dos cuerpos celestes se deriva de la fricción que ejercen las mareas de los océanos sobre nuestro planeta, lo cual a su vez deriva en una afectación sobre la velocidad de rotación de la Tierra, lo cual a su vez ocasiona la aceleración de la Luna, lo que deriva en que esta se distancie cada vez más de la Tierra.
Los expertos han señalado que la Tierra y la Luna tiran mutuamente, lo que origina que la luna orbite alrededor de la Tierra, pero, este alejamiento, a su vez, deriva en que, cada siglo, la rotación de la Tierra se vaya afectando más, agregando, de momento, dos milisegundos a nuestros días.
En ese sentido, el alejamiento de la Tierra y la Luna, deriva en que los días sean cada vez más largos, lo cual se deriva de que la rotación de la Tierra sobre su eje se hace más lenta.
Así, los expertos también han explicado que con forme se ralentiza el proceso de la tierra, se acelera también el de la Luna.
Además del alargamiento de los días, otro de los efectos referidos por los expertos, es que los inviernos se irán tornando cada vez más fríos, así como, por el contrario, las temporadas de verano se harán más cálidas, lo que en la proyección ello traduce en efectos devastadores sobre nuestro planeta, y un reto de adaptación para los animales.
En ese mismo orden de ideas, otra de las consecuencias advertidas, es que se afectan las mareas, las cuales, por efecto del alejamiento de la luna, se tornarán más leves.
No obstante, los expertos han señalado que si bien las proyecciones son realmente preocupantes, en cuanto a los panoramas resultantes, nuestra especie no debería preocuparse por ello, en tanto el ritmo de la progresión es tan leve que en muchas generaciones, dichas consecuencias no serán del todo perceptibles.
En ese sentido, el estudio también advierte que “la Luna nunca podrá escaparse de la Tierra”, explicando que por más que se ralentice la rotación terrestre, lo que podría ocurrir sería que los dos cuerpos celestes encontraran un punto de equilibrio, y entonces, el alejamiento de la luna se detendrá, no obstante, para ese entonces, según advierten los científicos, el sol llegaría expandirse a tal punto que el momento no se presentará, esto ocurriría dentro de 5.000 millones de años.
Dentro del estudio, cuyos resultados han sido consignados en la revista PNAS, también se ha referido como en estos también se ha recurrido al análisis de los llamados ciclos de Milankovitch, consistente en el estudio de los sedimentos antiguos terrestres, para determinar en esos rastros, la forma en la que ha oscilado el planeta Tierra, estableciendo así también la distancia marcada en diferentes momentos entre la Luna y el planeta.
Parte de los estudios en la materia, adelantados en Australia, han demostrado que el fenómeno de alejamiento de la Luna, y cómo ello afecta el clima en la Tierra, puede evidenciarse en sedimentos de capas terrestres, tal y como ocurre en Australia, más precisamente en el Parque Nacional de Karijini, donde los rastros se evidencian en las capas terrestres, situación que los expertos han relacionado con los llamados “ciclos de Milankovitch”.
Los rastros evidenciaron que, en algún momento, la Luna estuvo situada a 60.000 kilómetros más cerca de la tierra, momento en el que la rotación terrestre era de 17 horas, y no de las actuales 24; es decir, teníamos días más cortos.
¿Qué implica que la Luna se aleje?
Si bien los efectos de días más largos, son efectos a largo plazo, los expertos sí han advertido que habrá consecuencias que las actuales generaciones alcanzarán a vivir, pues, según la NASA, aumentos del mar derivados del Cambio Climático , combinados con los efectos del ciclo lunar, derivarán en ‘aumentos dramáticos’ en la cantidad de hechos catastróficos relacionados con inundaciones durante la próxima década, advirtiendo el riesgo para las comunidades costeras.
Estimativos señalan que las inundaciones podrían registrar aumentos de hasta el 400 % para los años 2030, reportando que las afectaciones de las zonas costeras, son evidentes en todo el mundo.