En medio de la tensión e incertidumbre que se vive en Venezuela días antes de las elecciones parlamentarias convocadas por el régimen de Nicolás Maduro, además de las afectaciones que ha causado la pandemia de coronavirus alrededor del mundo, un reciente pronunciamiento de Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, ha generado controversia en el país.
Resulta que Cabello participó este lunes en un acto de campaña del Gran Polo Patriótico en el estado Bolívar y durante su discurso lanzó una fuerte amenaza a todos los votantes que el próximo 6 de diciembre estarán esperando en las urnas. Según dijo, para aquellos que no concurran a los comicios habrá serias consecuencias.
“El que no vota, no come. Para el que no vote, no hay comida. Yo no sé, el que no vote, no come, se le aplica una cuarentena ahí sin comer”, fueron las palabras del también vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), las cuales, por supuesto, han sido criticadas en las redes sociales.
De hecho, el propio Juan Guaidó, quien es parcialmente reconocido como presidente encargado de Venezuela, por medio de su cuenta de Twitter se refirió al pronunciamiento de Diosdado Cabello, criticando a la dictadura de Maduro y asegurando a su vez que para esta “la alimentación es un arma de control social”.
“Por eso bloquean la entrada del Programa Mundial de Alimentación, que situó a Venezuela entre 5 países en riesgo de hambruna, y persiguen a Alimenta la Solidaridad, que atiende a niños en inseguridad alimentaria”, escribió Guaidó.
Otra de las preocupaciones que hay en Venezuela fue la manera en que se desarrollaron las campañas electorales dejando de lado, en gran medida, los protocolos de bioseguridad y restricciones propias para controlar la pandemia. El país pasó del confinamientos estricto a varios actos callejeros con multitudes y aglomeraciones, a pesar de los insistentes llamados a respetar el distanciamiento y el uso obligatorio del tapabocas.
Vale recordar que el presidente Nicolás Maduro decretó una cuarentena con las que restringió actividades económicas, clases presenciales, celebraciones religiosas, visitas a parques, vuelos comerciales, desplazamientos entre regiones e incluso fiestas privadas. “Cero rumbas, cero fiesta, cero cañandonga (licor)”, clamó el mandatario tras declarar el estado de alarma en el país.
Sin embargo, el pasado 3 de noviembre, candidatos del oficialismo, entre ellos Cilia Flores, la esposa de Maduro, llevaron a cabo un evento que, después de ocho meses de prohibición de actos públicos, marcó el inicio de una campaña que dio luz verde a multitudinarias concentraciones en estadios, plazas y avenidas.
“Sigo viendo mucha gente sin tapabocas en campaña electoral (...) Hago un llamado por su salud (...), hago un llamado para que la campaña electoral no sea un factor que multiplique el coronavirus”, señaló el mandatario tras conocer esta situación.
De hecho, en varias oportunidades ha quedado en evidencia cómo Juan Guaidó ha salido a alentar actividades organizadas en las calles para promover una consulta popular independiente con la que espera mantenerse en la pelea para desplazar a Maduro del poder. “Venezuela está viva”, expresó al invitar a sumarse a la consulta prevista del 7 al 12 de diciembre en contra de las votaciones parlamentarias.
Por el momento, el Gobierno socialista reporta más de 101.700 contagios y casi 900 muertes por coronavirus en este país de 30 millones de habitantes, cifras cuestionadas por la oposición y las oenegés.