La historia de Nick Keenan, un padre del poblado de Lindfield, en Inglaterra, parece una historia de una novela o una película.
Muerte
Keenan fue diagnosticado con un tumor cerebral en el año 2015. De acuerdo con el diario británico Daily Mail, que reporta la historia, el tamaño del tumor era el de una una pelota de tenis.
Inicialmente llevaron a cabo varios tratamientos, el hombre se sometió a dos cirugías de reducción de volumen, radioterapia, infusión, quimioterapia oral, cannabinoides recetados y una serie de remedios naturales.
A comienzos de 2020 le notificaron que su tumor se había convertido en un glioblastoma, una forma agresiva de cáncer.
De acuerdo con el diagnóstico de los médicos, el tumor podría haber estado en el cuerpo de Keenan desde que nació, porque se trataba de un tumor de crecimiento lento.
Cartas
Se sometió a dos cirugías de reducción de volumen, radioterapia, infusión y quimioterapia oral, cannabinoides recetados y una serie de remedios naturales.
A los 34 años Keenan murió, pero hacía 17 meses habían nacido sus gemelas Rose y Sophia, así que antes de morir Keenan decidió dejar 30 cartas para ellas, una para cada uno de sus cumpleaños hasta que tuvieran 30.
A pesar de que el hombre estaba muriendo de manera trágica, se empeño en que sus gemelas recibieran mensajes de cumpleaños suyos todos los años, de la misma forma que sucede en la película ¡Posdata: te amo!, que está inspirada en una novela de Cecilia Ahern.
En esta película es la esposa quien recibe cartas de su difunto marido que ya no está.
Fortaleza
Recientemente las niñas abrieron las cartas correspondientes a los primeros cuatro años de vida, ahí les dijo que comenzarían la escuela pronto y les pidió con amor, que se cuidarían mutuamente.
De acuerdo con su familia Keenan era una persona fuerte, capaz de tomar este tipo de decisiones en momentos difíciles: “Nick era el sostén de todos, especialmente el mío” explica su mujer Victoria Keenan, según el Daily Mail.
“Era increíblemente fuerte y trabajaba todos los días de su radioterapia y quimioterapia, algo que me inspiró” añade la mujer.
El embarazo no se dio de manera natural, sino gracias a una fertilización in vitro, Victoria cuenta que él incluso la apoyó en esos momentos, a pesar de su enfermedad: “También logró apoyarme durante la FIV como lo haría cualquier buen esposo, a pesar de que estaba pasando por cosas mucho más importantes. Nunca se trató de él”.
Él se aseguró de, como dice su mujer, estar espiritualmente con las menores cuando ya no estuviera: “Él estaba consolando a otros mientras se estaba muriendo y les escribió a nuestras niñas, Rose y Sophia, tarjetas de cumpleaños por los primeros 30 años de sus vidas”.
De acuerdo con el testimonio de ella, Keenan perdió el conocimiento en su casa una noche de noviembre de 2020, y fue trasladado al hospital: “Mis padres dejaron todo para cuidar a las niñas, que estaban durmiendo, y yo dormí en una cama en la misma habitación que Nick en el hospital, de pies a cabeza con su madre”.
A las 4:00 de la mañana del día siguiente él murió: “Llegué a casa a las 6 de la mañana, me lavé y seguí siendo mamá para nuestras hijas de 17 meses, sabiendo que papá ya no estaba con nosotros”, cuenta Victoria.