SEMANA: ¿Qué evaluación hace sobre la oposición venezolana en estos momentos?
Julio Borges: Tenemos un reto enorme, nuestro reto es reconstruir la unidad y reconstruir la confianza. Luego del fin del gobierno interino, el resultado es que la oposición venezolana quedó de alguna manera debilitada, quedó fracturada por sus propios errores y por su propio manejo.
Ahora nos toca reconstruir la unidad interna y la unidad de cara al país, y la fórmula para lograrlo es a través de las primarias. Es decir, dándole la palabra a los venezolanos dentro y fuera Venezuela para que puedan elegir cuál es el plan y cuál es el liderazgo para conducir esta nueva etapa, creo que eso es fundamental.
SEMANA: ¿Cómo tiene que ser ese camino de la oposición en Venezuela?
J.B.: A la oposición venezolana, le corresponde ganar la confianza de los aliados internacionales y esa confianza de los aliados internacionales se gana reconstruyendo la legitimidad interna a través de las primarias y reconstruyendo la fuerza que habíamos logrado hace mucho tiempo y que nos permitió conquistar el apoyo internacional.
SEMANA: ¿Y cómo se logra ese apoyo?
J.B.: Para lograr ese apoyo de los aliados de nuevo, hay que tener un plan claro y ese plan significa cómo tener la legitimidad la unidad y el plan de vuelo para ganar el próximo año unas elecciones al dictador Nicolás Maduro, con toda la presión, con todos los obstáculos, pero ganar electoralmente esa batalla a Nicolás Maduro.
SEMANA: ¿Cuál es su opinión sobre la cumbre del presidente colombiano Gustavo Petro para que el gobierno venezolano dialogue con la oposición?
J.B.: Es algo que puede ser útil, luego que el Grupo de Lima, por ejemplo en el caso de América Latina se haya exigido, se hace necesario convocar a la región, y más allá de la región, a los países que apoyan el cambio democrático en Venezuela para que nosotros logremos tener condiciones y haya en Venezuela una democracia plena y derechos humanos. De manera que si esta convocatoria el presidente Petro ayuda a que se reconvoque las negociaciones en México, y haya además de la agenda social, una agenda política que incluya condiciones electorales y Derechos Humanos, eso para nosotros resulta muy importante y muy útil.
SEMANA: ¿Cree que Maduro tiene una voluntad de diálogo con la oposición o usará esta convocatoria para favorecer su imagen?
J.B.: Maduro, la verdad es que nunca ha querido negociar. Yo he estado en muchas de las negociaciones y precisamente por no aceptar esas condiciones indignas que Maduro quiere someter al país es que me encuentro exiliado de Venezuela. Y para Maduro, la preservación del poder está por encima del bienestar de los venezolanos, por encima de los derechos humanos, por encima de la democracia.
Por lo tanto, la capacidad de Maduro de negociar es muy baja y por eso a Maduro hay que obligarlo a negociar con presión democrática, con presión de todo lo que es la necesidad social y política del pueblo venezolano, porque por su propia voluntad, él no tiene ningún tipo de interés en negociar, sino de preservar el poder.
SEMANA: ¿Cuáles cree que puedan ser las intenciones del presidente Petro detrás de esta cumbre?
J.B.: Yo creo que mucha gente de manera superficial tiende a ver a Petro como si fuera aliado de Maduro, o a Maduro como aliado de Petro. Yo tengo una visión distinta, yo más bien creo que para el presidente Petro y para Colombia, Maduro siempre será un jugador incómodo, un jugador que privilegia la desestabilización de Colombia, el control del ELN, el manejo criminal de la frontera, la alianza con el crimen organizado y eso siempre será, gobierne quien gobierne en Colombia, una amenaza para la estabilidad de Colombia.
Entonces creo que si Petro entiende que Maduro no es un aliado, si no es más bien un enemigo de la democracia y particularmente la democracia en Colombia, creo que la intención del presidente Petro de tener una Venezuela democrática, es absolutamente esencial para el futuro de Colombia.