Una trágica historia es la vivida por una rescatista identificada como Jayme Erickson, en Canadá, quien en medio de su desarrollo profesional, recientemente acudió a auxiliar a los ocupantes de un vehículo que había resultado siniestrado en inmediaciones de la región norte de Calgary, sin imaginar que una de las víctimas sería una joven por la que ella tenía los más especiales sentimientos, su hija.

No obstante, lo más sorprendente de la historia es que cuando la rescatista llegó al lugar, debido a la gravedad del accidente y a las heridas sufridas por la joven, esta no era reconocible, por lo que la madre nunca se percató de la que mujer que intentaba rescatar afanosamente era su hija.

Según reza la reconstrucción de los hechos, realizada públicamente en una rueda de prensa desde una estación de Bomberos en Canadá, donde la madre contó con el respaldo de sus colegas y amigos, la rescatista logró retirar de los escombros de uno de los vehículos a una mujer muy afectada por el accidente, quien para el momento en que llegó la socorrista aún estaba con vida, y tras recibir los primeros auxilios fue trasladada a un centro asistencial donde finalmente falleció tres días después.

Un amigo de la rescatista, quien también participó de las labores de auxilio en el accidente, comentó, en declaraciones recogidas por medios locales, que tras haber participado de la atención de la emergencia, la mujer había manifestado haber quedado seriamente impactada por el panorama evidenciado, e incluso habría afirmado que había hecho lo posible por salvar la vida de la joven, mostrando empatía por el dolor que habrían de vivir los familiares de ella por lo ocurrido.

Al llegar a casa ese día, Jayme Erickson recibió la llamada a la puerta de miembros de la la Real Policía Montada de Canadá, quienes habían acudido al lugar en busca de la madre de una joven de 17 años que había resultado gravemente herida en un accidente de tránsito.

¡Era ella! En ese preciso momento, la paramédica se percató de que la joven a quien había estado asistiendo esa tarde era Montana, su hija, la misma a la que había ayudado a salir de los escombros de un vehículo que chocó de frente contra un camión, y que le había causado especial impacto por la desfiguración en que había quedado su rostro.

Tras acudir al hospital, la madre pudo identificar a su hija, dándose cuenta de que era la misma a la que había asistido durante cerca de 20 minutos, intentando que sus vías respiratorias no colapsaran.

La joven falleció el pasado 18 de noviembre, luego de que los médicos le informaran a la madre que las lesiones que había sufrido la joven “no eran compatibles con la vida”.

Durante la rueda de prensa en la que se dio a conocer el caso, organizada en una estación de bomberos de Airdrie, la madre de familia recordó a su hija como una mujer ‘luchadora’, acusando que lo fue hasta el mismo día de su muerte. “Era hermosa... era tan hermosa. Si alguna vez se esforzaba en algo, lo lograba”, precisó Erickson, la dolida madre.

En medio de los hechos, según recogen medios locales, el conductor del vehículo en que se movilizaba la joven, logró salir ileso.

El lamentable hecho tuvo lugar el pasado 15 de noviembre, pero ha sido retomado por los medios de comunicación de todo el mundo luego de la dolorosa rueda de prensa en que se manifestó la solidaridad por parte de los cuerpos de rescate con su compañera, la madre de la víctima.

Ese día, según recogen medios internacionales, la madre había expresado a través de sus redes sociales que " mi peor pesadilla como paramédica se ha hecho realidad”, refiriéndose a la tragedia sufrida por su única hija.

Tras la muerte de la joven, la madre también se pronunció para afirmar que “el dolor que siento no se parece a ningún dolor que haya sentido, es indescriptible”, refiriéndose a la joven fallecida como “mi mini-yo”, y cuestionando ¿qué habría sido de la vida de su hija si no hubiese sufrido ese accidente?

La muerte de la joven no solo despertó el dolor de la madre y su familia, sino que ha despertado especial empatía en todos los rescatistas de Norteamérica, según refieren medios como el Washington Post.

En la rueda de prensa, la mujer señaló que aunque está triste por la muerte de su hija, siente satisfacción de haberla intentado auxiliar, además de precisar que la muerte de la joven servirá eventualmente para salvar otras vidas, en tanto ella era donante de órganos, y con ello se podrán ‘beneficiar’ personas que están urgidas de un trasplante, a través de quienes la joven seguirá viviendo.