En un vuelo con destino a Cancún, México, se conoció que una persona de nacionalidad estadounidense agredió sexualmente a una azafata, sin embargo, pudo ser reducido gracias al accionar de cuatro personas que pertenecían a las autoridades del país y que iban en el vuelo.
Todo ocurrió el pasado 23 de septiembre cuando este pasajero, que se encontraba en estado de alicoramiento, según reportan las autoridades, comenzó a tocar de manera indiscriminada a la auxiliar de vuelo, provocando que los dos agentes de la Policía Nacional y dos de la Guardia Civil reaccionaran ante la situación.
La Policía Nacional felicitó en su cuenta oficial de la red social X, antes Twitter, a los agentes que participaron en la reducción por petición del piloto del avión, ya que “amenazaba la seguridad de la aeronave vapeando en pleno vuelo, agrediendo a varios pasajeros y miembros de la tripulación y amenazando a los agentes que se encontraban fuera de servicio”. El pasajero, cuyo nombre se desconoce, tiene 40 años y 1,85 metros de estatura.
¿Cómo lograron controlar a la persona en pleno vuelo?
El rápido accionar de los agentes causó un poco de pánico en los pasajeros que veían la situación, sin embargo, el ciudadano estadounidense pudo ser controlado y posteriormente esposado con correas de plástico facilitadas previamente por la tripulación.
Cuando se comenzó a requisar al pasajero, también se le encontró en el bolsillo izquierdo de su chaqueta un encendedor, objeto prohibido para llevar en un avión, y en el equipaje de mano un objeto punzante, concretamente un destornillador de precisión, el cual también fue incautado por los agentes.
Fuentes policiales le contaron a Europa Press que entre los agentes participantes estaba un policía nacional destinado en la UPR de la Jefatura Superior de Policía de Murcia y un oficial de la plantilla de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, adscrito a la Brigada Móvil de Zaragoza.
También participaron un sargento de la Guardia Civil destinado en el Puesto de Valderrobres (Teruel) como comandante de puesto y otro agente del Instituto Armado, este último destinado en el Destacamento de Tráfico de Santander. Los cuatro integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado viajaban en el vuelo junto a sus familiares con destino a Cancún y se encontraban fuera de servicio.
De acuerdo con los hechos detallados también por la Guardia Civil en un comunicado, el detenido estaba mostrando una actitud agresiva tras haber agredido sexualmente a la azafata, tocándola en repetidas ocasiones, además de haber enviado amenazas de muerte al personal de la tripulación y a algunos de los 400 pasajeros de la aeronave.
Durante las cinco horas que duró el vuelo, los agentes se encargaron de la custodia del detenido, quien mantuvo una actitud agresiva, gritando continuamente, amenazando e insultando a los pasajeros que se encontraban cerca a él.
“Tú no te vas a bajar del avión, de eso me ocupo yo” o “cuando salgamos del avión me voy a ocupar de ustedes” fueron algunos de los improperios, dirigidos también a los agentes.
Al efectuarse el aterrizaje en el aeropuerto de Cancún, el ciudadano estadounidense fue desalojado con la intervención de tres miembros de la Guardia Nacional de México, que se hicieron cargo de este individuo y de sus pertenencias.
*Con información de Europa Press.