Un hombre que viajaba de Perú a Argentina y que no guardó las restricciones obligatorias por covid-19, contagió a su familia con la agresiva variante delta que se riega por el mundo.
“La dirección de Epidemiología de la provincia de Córdoba notificó un caso de variante delta en un viajero procedente de Lima, Perú, a partir del cual se detectaron 13 casos positivos relacionados en sus familiares” con la misma variante, informó el ministerio argentino de Salud.
El hombre de 62 años se había realizado dos test PCR con resultado negativo, al salir de Lima y al llegar a Buenos Aires el pasado 19 de julio, de donde viajó a Córdoba (700 km al norte), donde de todos modos debía cumplir el aislamiento. Cuando el 26 de julio se hizo el test para recibir el alta, el resultado fue positivo y luego se confirmó que se trataba de la variante delta.
El viajero tuvo contacto estrecho con una sola persona, su sobrino, que a su vez “comenzó a contagiar al resto de la familia. No es que los 13 infectados estuvieron en contacto con el caso cero. Por eso, no podemos hablar de un supercontagiador. Sí, de un brote intrafamiliar y todos son contactos estrechos entre sí”, explicó Gabriela Barbás, secretaria de Prevención y Promoción de la Salud de Córdoba.
A raíz de este caso fueron aisladas 160 personas en esa ciudad, por ser contacto estrecho así como cinco burbujas escolares que tuvieron que suspender la presencialidad porque concurren hijos de alguno de los contagiados.
El viajero fue denunciado ante la Unidad Fiscal de Emergencia Sanitaria (Ufes) por la violación del aislamiento.
“Por ahora hay 160 personas aisladas y controladas, pero no sabemos si hubo por ahí algún resquicio por donde el virus se escapó. Esta variante tiene una capacidad de contagio mucho mayor que las otras”, advirtió el infectólogo Hugo Pizzi a radio Universidad de Córdoba, quien calificó lo ocurrido como “una bomba epidemiológica”.
En Córdoba, el aislamiento obligatorio de siete días se hace en los domicilios particulares lo que dificulta el control y depende de la responsabilidad individual.
Hasta el momento, en Argentina se habían detectado 45 contagios de variante delta en viajeros y unos 15 en contactos estrechos, sin que se registre circulación local, según el ministerio de Salud.
Para contener la propagación de la variante detectada por primera vez en la India, el gobierno argentino, que solo permite el ingreso al país de nacionales o residentes, redujo la cantidad diaria de viajeros autorizados, mientras acelera la vacunación.
Más de 24,7 millones de personas recibió al menos una dosis de las vacunas (casi 55% de la población), y entre ellas 6,7 millones tiene la inmunización completa (15%) hasta este viernes.
Argentina registra unos 4,9 millones de contagios y más de 105.000 decesos desde que se inició la pandemia.
La variante delta arrecia, obligando a las autoridades alrededor del mundo a endurecer las restricciones sanitarias, con confinamientos locales en China, soldados en las calles en Australia para hacer respetar las medidas y la prolongación del estado de emergencia en Japón en plenos Juegos Olímpicos.
Y en algunas zonas, como las más afectadas por el virus en Estados Unidos, se vuelve a recomendar el uso de las mascarillas y se insiste en impulsar de nuevo la campaña de vacunación.
En China, el primer país en contener la epidemia en 2020, un nuevo brote amenaza la política de cero covid-19, con casos que se propagan desde Nanjing (este) a cinco provincias y a la capital, Pekín, por primera vez en seis meses.
Después de que nueve empleados del aeropuerto de Nanjing dieran positivo el 20 de julio, se detectaron 184 contagios el viernes en la provincia de Jiangsu y 206 en todo el país. Cientos de miles de personas vuelven a estar confinadas en esta región y en Pekín.
(con información de AFP)