Hasta diez años de prisión podría enfrentar un pastor en Estados Unidos, acusado de estafar a sus feligreses al pedirles donaciones que terminaban en su cuenta de gastos personales. El hombre, identificado como el reverendo Charles Southall III, se declaró culpable de haber utilizado diezmos con un fin completamente diferente al prometido.
Su “trabajo” estaba enfocado en Nueva Orleans y Baton Rouge (ambas poblaciones del Estado de Luisiana), donde pasó inadvertido por más de treinta años bajo la pantalla de un hombre dedicado a la iglesia. Hoy, a sus 64 años, reconoce haber desviado fondos en diferentes ocasiones.
Southall utilizaba para su delito un sistema electrónico mediante el cual, con el paso de los años, logró desviar más de 889.000 dólares, según detalló el Departamento de Justicia a través de un comunicado. Informes oficiales dan cuenta de que este individuo se desempeñaba como pastor ejecutivo de la Primera Iglesia Bautista de Emanuel (FEBC) desde 1989.
Más de 30 años de mentiras
“Como pastor ejecutivo, Southall dirigió y asesoró a la congregación FEBC, participó en la administración y operación de organizaciones benéficas afiliadas, incluidos sus ministerios de vivienda, y solicitó donaciones supuestamente para proyectos específicos de reparación, desarrollo y caridad y diezmos en apoyo de FEBC y su misión”, detalló la dependencia gubernamental.
En el año, el pastor recibía un salario y algunos beneficios monetarios de la congregación por sus labores religiosas. Sin embargo, esta agrupación estaba lejos de imaginarse que quien consideraban como “su mano derecha” se estaba aprovechando de la confianza depositada en más de una oportunidad.
Uno de los casos señalados por las autoridades incluye la solicitud de un diezmo por 10.000 dólares (casi 50 millones de pesos colombianos) en julio de 2019; ese dinero terminó en sus cuentas personales y para gastos que no tenían ninguna relación con la iglesia. Entre agosto de 2016 y julio de 2020, este hombre pidió varias donaciones que supuestamente tenían propósitos benéficos como una mejora en la infraestructura del lugar de culto en Nueva Orleans.
Sin embargo, ese dinero nuevamente fue objeto de “lavado”, pues más de 100.000 dólares volvieron a terminar en gastos no relacionados a los que quien entregó la ofrenda tenía en mente. Las estafas seguían aumentando, mientras que el pastor se convencía de que no sería descubierto.
“En total, Southall provocó indebidamente que aproximadamente $ 537.805,51 de ganancias de la venta de propiedades inmobiliarias propiedad de FEBC ubicadas en Amelia Street, Fourth Street y Baronne Street se desviaran en beneficio personal de forma indebida y sin autorización”, puntualiza el Departamento de Justicia.
Bienes, a costa de los feligreses
El pastor formó parte de la creación de la Academia Spirit of Excellent con el fin de gestionar una escuela chárter en Nueva Orleans y para 2013 había fondos con los que se esperaba crear un centro afiliado en Baton Rouge. Aunque a esta institución llegó dinero en préstamos y subvenciones, la escuela se quedó solo en “proyectos” y nunca abrió sus puertas.
El líder religioso también hizo transacciones bajo su modalidad de estafa para adquirir un vehículo tras negociar un cheque de caja por 95.000 dólares, y luego otro por más de 10.000 para la cuota inicial de un segundo carro. Además, usó alrededor de 11.000 dólares que no le correspondían para la compra de boletos y abrió una cuenta de inversión con uso individual.
En su declaración de culpabilidad, Southall llegó a un acuerdo para indemnizar a la academia Spirit of Excellent por más de 85.000 dólares, a la Primera Iglesia Bautista de Emanuel con alrededor de 690.000; a una de sus víctimas deberá entregar 10.000, y a otra más de 106.000.